Capítulo 22

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Al final con la tontería de haber estado tantas horas juntos encerrados estamos empezando a llevarnos mejor que antes. Durante todas estas horas desde ésta mañana hemos estado juntos –menos en las dos horas que estuve durmiendo–. Hemos visto tres películas en total, dos durante la tarde y la otra la estamos acabando ahora, en la noche.
Hemos comido y cenando juntos, hemos tomado cerveza mientras que fumábamos, nos quejábamos de la vida y nos contábamos anécdotas de nuestras vidas. Y me he sentido bien, me he sentido cómoda, como si fuera alguien cercano o familiar.
Es extraño, ya que Kian y yo no es que tuviéramos una relación demasiado estrecha. De hecho, tampoco es que nos lleváramos mal, pero íbamos más por el camino de "no soportarnos", al menos yo a él. Sin embargo ahora está cambiando, me está cayendo bien.

No nos hemos contado nada demasiado íntimo ni cosas de nuestro pasado ya que no nos conocemos personalmente y no tenemos ese nivel ni tipo de confianza para hacerlo. Pero nos hemos contado las cosas justas para saber algo más del otro y he conocido bastantes cosas de él bastante curiosas.
No digo que vayamos a ser amigos, la palabra amistad es demasiado fuerte y yo no llamo a cualquier persona amiga o amigo. Pero tal vez, pueda acercarse a eso.

Le siento familiar, como si le conociera de algo.
Justo como el momento en el que le vi por primera vez, sentí una sensación extraña, como si le conociera de antes, de otra vida o algo así. Y ahora que estamos algo más "cercanos" o al menos eso siento, esa sensación a vuelto y me raya demasiado eso.

Meneo la cabeza deshaciéndome de los pensamientos y me centro en la película, mientras que agarro otro puñado de palomitas saladas del bol que está en medias de Kian y de mi.


—¡Vamos, está claro que va a morir!
–chasquea la lengua y menea la cabeza negando con ésta.



Río por su expresión de enfado y desaprobación.
Está tan centrado, serio y fijo en la película, como si fuera algo real, que me hace gracia que lo tome tan en serio.




—¿Qué piensas que va a pasar? –habla sin mirarme– yo creo que muere. Está demasiado claro.



—Sí, yo creo que también. Y la amiga igual.





Él asiente con la cabeza y sigue centrado en la televisión.
Ambos seguimos viendo la película en silencio, cuando de repente y como era de esperar, la protagonista y uno de los personajes, mueren.

Kian exclama que él tenía la razón, mientras que se recompone en el sofá atento a la televisión inclinándose hacia delante agarrando el paquete de tabaco que descansa en la mesa y saca un cigarro, prendiéndolo.
Da caladas mientras que mira la película fijamente, atento, y exclama cuando están a punto de matar a otro de los personajes principales.



—Que película más mala. Van a morir todos al final.
–dice dando otra calada y mirándome de reojo.



—Tú la has elegido. Además, no está tan mal.




Kian me ignora y sigue fumando, centrado en el televisor.

Al terminar de fumar, vuelve a dejarse caer hacia atrás en el sofá chocando con el respaldo de éste.
Ambos estamos centrados en el final de la película y en lo que va a pasar a los demás personajes de la cabaña.

Llevo la mano hacia el bol de palomitas cuando al meter la mano, mi mano choca contra algo. Bajo la mirada hacia el bol, cuando aparece la mano tatuada de Kian y la mía.
Carraspeo la garganta y aparto la mano rápidamente agarrando las pocas palomitas que quedan, siento la mirada de reojo de Kian pero la ignoro y sigo mirando la película.

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