Aún no es tarde - KageHina

Capítulo |02|

HINATA

—Yamaguchi. Él tiene hanahaki.

...

Solo quedó el gran e incómodo silencio que nos envolvía luego de la gran confesión de Tsukishima.

¿Cómo que Yamaguchi está con la enfermedad?

¿Me está tomando el pelo?

—¿Qué- qué dices Tsukishima? Como puedes decir eso... Yamaguchi, él es tu amigo. Como puedes hacer una broma de mal gusto con él.

Poco a poco, siento como algo va obstruyendo mi garganta, dejándome solo articular esas miseras palabras.

Lei en una revista vieja de mi prima, Mei, que antes de afrontar no conveniente para una persona, siempre surge la negación.

Mientras veía como ella se sumergía en libros y más libros para poder graduarse de sus estudios, yo iba ojeando cada libreto y panfleto que hallaba a mi alcance. Todas ellas con puras notas acerca del comportamiento de las personas

<<Negación. Respuesta involuntaria que surge al afrontar una situación que no podemos, ni queremos admitir o aceptar>>

¿Es que acaso me encuentro en plena negación?

¿Me estoy negando a aceptar las palabras de Tsukishima?

No, no es eso. No puede serlo...

Simplemente me reuso a caer en sus juegos..

Si, es eso. Simplemente estuve a punto de caer en la broma de Tsukishima y ser útil para su burla.

¿Verdad?

—¡¿Crees que estoy jugando?! Por más mierda que sea con las personas... ¡Nunca lo fui con él!

De nuevo empezaron sus gritos. Pero no dije nada. No puedo. No tengo nada que decir luego de ver algo que no pensé vería en él.

Tsukishima... Él estaba llorando.

Ví como lanzó otra pelota con furia hacia la pared, haciendo eco en todo el gimnasio que aún se mantenía sereno ante toda esta conmoción.

Tanta fue la fuerza que Tsukishima aplicó a la pelota, que acabó lastimándose a si mismo. Al parecer, se había lastimado la mano.

Mientras sostenia su muñeca, iba caminando en dirección a sus pertenencias. Aún podía ver como las lágrimas seguían cayendo por su rostro, mientras mordía sus labios. Tal vez lo hacía por el dolor de su muñeca, o solo lo hacia para callar sus sollozos.

No pensé que vería a Tsukishima tan... Destruido, tan roto...

¡Quién no se asombraría! Tsukishima, quien siempre tiene la mirada alta, listo para cualquier burla a quien se le acerque y hacer indeseable su compañia por sus comentarios, ahora se encontraba cabizbajo, con una mirada que lograba que sienta hasta lástima por él.

Si tan solo pudiese verse al espejo, estoy seguro que solo se limitaría a decir "patético"

Entonces...todo lo que me dijo, ¿es verdad?

¿Yamaguchi en verdad está mal?

No entiendo. ¡Estuvimos todos juntos hace una semana!

Aunque..

Si la enfermedad nace solo porque tus sentimientos no fueron aceptados, entonces...

—¡¡Tsukishima!!— grité con todas mis fuerzas.