Ukelele //Muke OS//

♫•♬• Ukelele •♫•♬

Do - do - sol - sol - la - la - sol - fa - fa - mi - mi - re - re - do.

Así iba la única canción que Michael sabía tocar, ni siquiera la sabía completa, mucho menos en que octava tocarla. Sin embargo había escuchado miles de canciones que aquel chico rubio parecía conocer de memoria, al menos en su bonito Ukelele, desde Drag Me Down hasta La Da Dee.

Cada acorde y cada nota que salía de ese chico lo hacía suspirar, a donde iba los alegres acordes de su Ukelele lo acompañaban al igual que una flor en su cabello gracias a que su madre era la dueña de una florería. De alguna manera siempre llevaba alegría y calma a donde tocaba, desde la primera vez que lo vio quedó maravillado por ese chico y su dulce voz, la forma en la que sus dedos se movían ágilmente sobre las cuerdas del pequeño instrumento, Michael nunca había visto que el rubio se apartara de aquel lindo ukelele.

Sin embargo el teñido era muy inseguro como para acercarse y hablar directamente con aquel chico de cabellos dorados, cada vez que éste pasaba o compartían un fugaz contacto visual  sus mejillas se teñían de un ligero carmesí e inmediatamente apartaba la mirada.

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Michael se encontraba sentado tranquilamente en un parque  a dos cuadras de su casa, también cercano a la florería de los Hemmings, era un lugar pacifico donde el teñido disfrutaba escuchar musica o dibujar, pero su parte favorita era que casi siempre un ukelele resonaba en conjunto con los sonidos naturales de aquel lugar.

mi - fa - sol - fa.

Era lo que escuchaba

mi - fa - sol - si.

Ahora sonaba.

Una sonrisa se le escapó al escuchar esos acordes, él estaba cerca, tocando, pero está vez sonaba diferente, no era el mismo tono alegre, algo pululaba en la mente o el corazón del rubio y Michael lo notó. y aunque la única vez que le dirigió la palabra al rubio fue para alcanzarle un lápiz, Michael sabía si estaba triste o feliz con solo escuchar como tocaba su Ukelele.

Luke Hemmings se había ganado el corazón de Michael Clifford con solo cantar Thinking Out Loud.

Suspiró, quería hablarle y preguntarle que era lo que pasaba por su mente en ese momento pero no podía, porque seguramente el rubio no sabría ni quién era.

Se quedó observando como tocaba pacíficamente, no conocía aquella canción, pero de alguna manera se le hacía familiar, podría jurar que la había escuchado en algún lado.

Mi - mi - fa - mi - mi - fa - mi - si - la

—y paz, y amor en la tierra ver...— y allí estaba, Michael había encontrado la excusa perfecta para hablar con el rubio, no era la más justificante o la que diera un extenso tema de conversación pero, al menos podría hablar con él ¿No?

— vida, muerte, amor, nacer y paz, y amor en la tierra ver— la voz del rubio aún sonaba por los alrededores haciendo contraste con el sonido de las hojas moviéndose y las risas distantes de los niños, el teñido de rojo apartó su libreta y su estuche con diversos colores de madera, sacudió sus manos las cuales estaban levemente manchadas con grafito y las apoyó en la banca, Reunió todo el valor que poseía y se levantó, con nerviosismo se acercó al oji azul, su corazón latía más fuerte cada vez, a paso lento se dirigía hacia donde Hemmings tocaba tranquilamente y el sonrojo en sus mejillas ya era notable, sin embargo cuando se encontró lo suficientemente cerca el nerviosismo le ganó, se dio la vuelta para volver a la pequeña banca donde estaba pero una voz lo detuvo.