♥ Nueva vida llena de paz ♥

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Las revistas de aquél avión contenían información de los lugares turísticos de Francia, más claro, las playas e islas. Mayormente en invierno nadie acude y en verano no hay mucha gente ya que los mares de ahí regularmente siempre son fríos.

- ¿Dónde será exactamente? - preguntó recargada en su hombro

Eren tomó una de las hojas de la revista guardada en el asiento y la mostró.

- Justo aquí -  señaló

- Justo aquí -  señaló

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- Es lindo -

- Vaya que lo es, y lo será más cuando solo estemos tú y yo -  besó su cabeza

Mikasa sonrió y durmió un poco, ya no faltaba mucho para llegar.

El aeropuerto era grande, lo que sorprendió a todos pero corrieron hacia dentro, la emoción era enorme y el entusiasmo los manipulaban, pasaron por los requisitos para salir y tomaron el autobús hacia la playa cercana a la suya.

Ahora, Annie y Mikasa se sentaron juntas, mirando la ventana del transporte por donde se veían algunos bosques, el mar, montañas totalmente verdes. Sus ojos brillaban de asombro y emoción nerviosa.

- Es un lugar realmente hermoso -  dijo la rubia mirando al lado de la azabache

- Sin duda -  contestó de la misma manera

- ¿De quién fue la idea? - preguntó recargada en su hombro sin dejar de mirar

- De Eren -  respondió

- Me imagino, tú no eres tan común como para elegir Paris -  sonrió

- Es verdad, yo hubiera escogido Transilvania o Inglaterra -  dijo y después volteó la mirada hacia el chico  - Pero está bien, supongo que fue uno de los deseos de su madre, actúa como ella, estoy segura, y eso me gusta -  lo miró con amor

Annie se confundió un poco y se separó de ella para mirarla bien.

- Pero ni siquiera conociste a su madre -

- Pero vi algunas fotos suyas y se parecen mucho, apuesto lo que sea a que tienen el mismo carácter -  sonrió y siguió mirando la ventana

Su amiga encogió los hombros.

- Como digas, ¿Crees que deba aprender Frances? -  preguntó de repente

Mikasa lo pensó por un momento.

- Tal vez -  contestó quedando después en el silencio que las acompañaba en un principio.


- Se ve feliz -  comentó Armin viendo a ambas chicas

- ¿Mikasa o Annie? -  preguntó a sabiendas de su relación tan progresiva

Por un corto momento no respondió pero luego sonrió y habló.

- Mikasa -  justificó

El castaño asintió un par de veces y se recostó en el respaldo.

- Tiene que ser así, no hay otro propósito -  volteó para mirarla, sintió como con tan solo verla su corazón aceleraba.

Verla sonreír lo hacía satisfactoriamente feliz.

- Sabes...siento que si mi madre la hubiera conocido, hubiera estado más de acuerdo con ella que con Krista -  comentó

- ¿Tú crees? -  preguntó su amigo

- Apuesto a que sí; pronto llegaremos -  cambió repentinamente la conversación y sonrió aún más.

Su felicidad estaba ya a sólo algunos pasos.

Bajaron del autobús, se reunieron en donde él destino del trío se encontraba frente a ellos.

- Bueno, nos quedaremos aquí mientras consigo trabajo y dinero para comprar una casa -   comentó Reiner, ambos chicos asintieron

Annie bajó la mirada, se sentía rara.

La azabache al notarlo sólo la abrazó con fuerza.

- Ven a verme los días que quieras por los días que quieras, seguimos estando juntas -  sobó su espalda

La rubia asintió y sonrió.

- Ve hacia tu felicidad, te lo mereces Mikasa -  sonrió ampliamente

Se despidieron de los tres y se fueron al puerto, la playa que ellos eligieron estaba alejada, muy alejada de donde estaban, así que decidieron por obviedad subir a un barco que los llevara para allá.

- Ahora sí, seremos sólo tú y yo para siempre -  dijo Eren tomando las manos de su novia

Ella sonrió y asintió con lágrimas de felicidad, el amor de su vida era suyo,  más que oficialmente. Se acercó y lo abrazó, derramando una lágrima, aferrándose a él.

- Gracias... -  mencionó

- ¿Por qué? -  preguntó un poco confundido

- Por salvarme, del suicidio y de ese mundo oscuro, Gracias -  repitió con su corazón palpitando con gran velocidad.

- Gracias a ti por enamorarme con tanta fuerza -  dijo, acariciando su rostro para luego besar su cabeza.

Era tan reconfortante sentirse juntos.

- Amor... -  lo llamó

- ¿Mmm? -

- ¿Y tu casa, qué pasará con ella? -  preguntó, curiosa

- Pues, Zeke, algún día querrá irse de su casa, así que le daré la mía para que esté en uso; me dolería mucho saber que quedó sola y abandonada, no quisiera eso para el hogar en donde crecí junto a mi madre -  sonrió y luego miró sus ojos plata brillando con ilusión, inevitable no sonreír

- Apuesto a que sería muy feliz con la decisión que tomamos -  comentó al aire mientras miraba hacia el cielo

Mikasa se acurrucó más en su pecho e igual miró al cielo, podría afirmar que vio a su madre sonreírle, ya que al final sí encontró felicidad y calma.

- Apuesto a que sí -  comentó, apoyando sus palabras, después rodeó su abdomen para abrazarlo más y levantó su rostro. Sus miradas demostraban un intenso amor e ilusión al chocar entre sí.

- Te amo -  dijo el chico

- ¿Demasiado? - preguntó ella, acercándose sonriente

- Infinitamente -  respondió para luego colocar un largo beso en esa sonrisa encantadora.

= Al fin, sólo tú y yo =  pensó, correspondiendo su acción y dejando toda preocupación y tristeza regadas en el camino de mar que hacía aquél barco al navegar.

No podrás....escapar de mi 🔪😍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora