Ninfómana © [+18] (✔️)

Capitulo 36

Madrid, España.

La tensión puede cortarse con un cuchillo, estoy en una reunión con todo aquel que esta relacionado con esta red.

La mayoría son hombres, me miran sin interés y me rebajan con la mirada, como si no aceptaran una mujer como su patrona, ya no puedo hacer nada, el pasado es pasado, sin embargo siempre hay un pensamiento rebelde.

-Ahora, el que me sigue bienvenido sea- hago una pausa observando sus expresiones- y el que no, bienvenido sea pero... a su muerte, no voy a permitir que ninguno salga vivo.

-No tienen agallas, eres una débil mujer, yo no te sigo- asiento a sus palabras.

Sin mas preámbulos le pego un tiro en el pecho, cae al suelo inmediatamente.

-¿Alguien mas quiere dejar el negocio?- miro muy detenidamente la indecisión en sus rostros.

Sus asentamientos es lo que recibo, no palabras, no saludos, solo silencio.

-Bien, vuelvan a sus funciones, y que alguien coja al hombre y lo saque de mi vista- me retiro con toda la seguridad que pueda demostrar, aunque por dentro los nervios me estén matando.

No puedo flaquear, mucho menos en este momento, tengo que seguir con el plan, debo tener mucho cuidado, no puedo confiar ni en mi propia sombra.

Voy directamente al despacho y me encierro, suelto una larga respiración, últimamente hago esto muchas veces, pero el haber matado a ese hombre -cierro los ojos- aun lo veo frente a mi, con un hoyo en su pecho, no se en que momento me convertí en esto, no siento nada, remordimiento, culpa, dolor, nada, simplemente fue algo mecánico.

No me puede afectar esto, si es necesario matar para que no sospechen, tendré que hacerlo.

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Veo a mi alrededor, la persona que estoy esperando aun no llega y mis nervios ya están haciendo mella en mi, suena la campana que avisa un nuevo cliente y miro en esa dirección.

Por fin llega, mira disimuladamente hacia mi mesa y se sienta en la que está tras mio.

-Habla, no tengo todo el tiempo del mundo.

-La agencia encontró el cuerpo de Volkob- hace ademán a una camarera- Investigan quien fue.

-Vaya, no creí que lo encontrarían tan rápido- miro mi carta para pedir algo- ahora dime el verdadero motivo por el que me citaste.

-Quiero un Capuchino y un postre de chocolate- le dice a la camarera.

-En unos minutos se lo traigo.

-Mandaron información- desdobla el periódico que traía consigo- ha estado infiltrado por mucho tiempo y lo que mandó dejo a todos alucinando, Jack está metido de lleno en la investigación- pasa las primera hoja del periodico- sin embargo, sospechan de ti.

-¿Porque? Asistieron a mi entierro, para todos estoy muerta- el desconcierto tiñe mi respuesta.

-Mandaron una foto tuya, saliendo de una mansión parecida a un castillo- mi sorpresa es notable en mis facciones- es un encubierto, ha estado infiltrado por mucho tiempo, es hasta casi imposible que descubras quien es, es muy profesional.

-¿Quien es? Debo estar precavida- tomo de mi té que hace rato tenia en la mesa- no me confio de nadie.

-Se llama Juan Dominguez, pero su nombre de encubierto- hace una pausa observando alrededor- Es Cameron Paez, fue la mano derecha de Volkob por mucho tiempo- el reconocimiento de aquel nombre me deja anonadada.

-¡Mierda!- maldigo al darme cuenta que siempre estuvo a mi lado- Ahora es mi mano derecha.

-Ten cuidado con el, es muy astuto y si descubre tu plan te puede aventar, es un delincuente que para el país puede ser un peligro. Te podria hasta matar .

-Explícate.

-Siempre estuvo relacionado con la mafia, pero hace 10 años lo agarraron y le ofrecieron un trato.

-Debía infiltrarse ¿Cierto?- hace un sonido de garganta en afirmación.

-Si, al país no le convenía tenerlo de enemigo, así que lo convirtieron en un aliado y lo mandaron de nuevo a la mafia.

》Debía dar reportes cada tres meses, información, planes, rutas, todo, y le rebajaban su pena en la carcel, ha hecho un gran trabajo pero ahora todo se puede ir al traste si le da por decir que planes destruir todo, podria traicionarnos, adicionando que ahora eres la jefa.

-Lo mantendré al margen.

-¿Como lo harías? Solo se puede calmar con... - al sentir mi silencio se da cuenta de lo que haré- es un maldito degenerado.

-Allí esta, si debo abrirme de piernas aun cuando me desvalore, lo hago.

-No, no lo haras, es muy arriesgado, el tipo es un salvaje, violó y mato a muchas mujeres.

-Lo adiestraré, soy su patrona y debe obedecer o la muerte es lo que recibirá.

-Ahora suenas como una asesina serial- su afirmación me deja volando.

-Lo hago por mi libertad y porque todo esto termine- lo digo e intento creérmelo pero siento terror.

-Nada de lo que diga te hará cambiar de opinión ¿Cierto?- niego con un sonido nasal- Bien, solo cuidate.

-Ten, estos son rutas de escape y entregas de la droga- le paso una carpeta, por el lado que no da a la puerta y los ventanales grandes- asegurate de incautar mas de quince toneladas de cocaína en dos dias, la ruta esta subrayada, y guarda muy bien los documentos.

- Ya me lo dijiste.

-Mujer precavida vale por dos- termino mi té y llamo a una camarera para pagar- La cuenta por favor- me la entrega y pago la suma que hay escrita.

-Siempre a sus servicios- se despide y se va.

-En quince minutos habrá una balacera aquí al frente, vete y evita que te vean, es peligroso- me pongo la gorra con la que venia y cojo mi abrigo y mochila, salgo de allí y camino por las grandes calles de Madrid.

Tanto tiempo viviendo aquí y aun no me acostumbro, las caras serias de la gente y los inexistentes saludos a los vecinos o persona con la que veas, en mi país la gente se da los buenos días sin que te vean como un bicho raro, aunque la inseguridad y delincuencia sea cosa de todos los días.

Extraño los momentos que en navidad toda la cuadra se planificaban un día para lavar las calles y pintar a su gusto, sea la acera o la calle completa, la música y las novenas donde iban todos los niños de la cuadra.

Quizás al final nos daban un dulce pero eramos felices con tan poco, son tiempos que no volveran, al menos no para mi.

Mi destino esta marcado, terminaré en la cárcel sin importar si entrego todo a la policia, pagaré por mis delitos y posiblemente salga bien vieja de la carcel, o tal vez muera allí dentro, no se sabe lo que hay detrás de todos aquellos muros y rejas.

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CORREGIDO.