-si se te diera la habilidad de saber quién es amor de tu vida... ¿aceptarías?
-sí, lo haría
- aun si eso significara perder tu vida... ¿aceptarías?
-sí, aceptaría
historia enteramente mía (≧◡≦) ♡ incluso los personajes, es...
La tarde se iba y al fin estaba en su hogar... aquellas risas que antes la decoraban hoy no estaban... aquellas amenas charlas que en el pasado pintaban de color hoy volvían a ser una grisácea mudes... pero no podían evitarlo... por mas que desearan no podían evitarlo... el tiempo estaba en contra, muy en contra y ellos no podían hacer nada.
La noche caía una vez más y aquella sombría sonrisa aparecía... no podía negarlo... le dolía verla así... le dolía ver sufrir al amor de su vida... pero no podía hacer nada... sabía que, aunque deseara su odio... jamás lo obtendría... lo sabía... y eso era lo que más le dolía.
Día a día la historia se repetía... atenciones constantes... sonrisas fingidas y llantos distantes... no había día alguno que aquello no pasara... y aunque deseara cambiarlo... simplemente no podía... con cada día su condición empeoraba... cada sonrisa suya era opacada por un fino hilo de sangre que derrama de sus labios... lo sabía... lo sabía muy bien... su final estaba cerca... mas cerca de lo que esperaba... y aun así... lo que más le dolía era dejar a aquel bello ángel sumido en la tristeza.
Dos semanas pasaron desde que llego de nuevo a su hogar... dos semanas donde sin falta alguna las lágrimas han sido derramadas... dos semanas donde aquel amor incondicional ha estado presente... dos semanas donde cada vez aquella sonrisa es mas dolorosa. La mañana llega y como es de costumbre aquel ser ingresa una vez... un delicioso desayuno se presenta entre sus manos y junto a ella aquella dolorosa sonrisa... uno a uno sus pasos va dando y un puñal lentamente se clava en su pecho... debe hacerlo... aunque el dolor lo consuma debe hacerlo.
-Hayami... no es necesario que sigas con esto-
Pronuncia con una firme decisión
-no es necesario que sigas a mi lado... no es justo-
Decía reteniendo aquellas dolorosas lagrimas
-no mereces pasar por todo eso... lo mejor será que te olvides de mi... toma tus cosas y continúa con tu vida-
Pronuncio ocultando su mirada de aquel bello ser que en silencio lo observaba
Los segundos pasaban y el silencio seguía presente... el dolor en su pecho era insoportable... pero tenia que seguir fingiendo... no podía derramar lagrima alguna... no ahora.
Unos pasos se escucharon lentamente y una suave caricia se poso sobre su rostro... poco a poco levanto su mirada y una a una las lágrimas cayeron... lo sabía... había sido un idiota al decir tales cosas... lo sabia bien... pero no deseaba seguir viéndola sufrir... no por el... no lo merecía.
Poco a poco aquella suave caricia se transformó en un cálido abrazo... abrazo que contuvo aquellas lagrimas que tanto tiempo reprimió... lo sabía... sabía muy bien que ella no lo dejaría... lo sabía... pero aun así deseaba intentarlo... aun si eso provocaba un dolor aún más grande.
Con suavidad fueron retiradas las lagrimas y una sincera sonrisa apareció en rostro de aquella bella mujer.
-no importa lo que suceda... siempre estaré a tu lado Hideki-
Pronuncio con una genuina sonrisa... sonrisa que hace mucho no veía en ella.
Los días pasaban y sin notarlo un mes se formó... mes donde todo seguía igual... mes donde aquel amor se volvió mas fuerte... y a su vez mas débil... mes donde las sonrisas volvían... y los llantos crecían... mes donde en el último día una proposición fue hecha.
La mañana llegaba y su salud empeoraba... lo sabía... no le quedaba mas que unas cuantas horas... lo sabía... lo sabía muy bien... pero aun así necesitaba hacerlo... necesitaba decir aquellas palabras antes de dejar este mundo... lo sabía... sabía que aquello seria cruel... lo sabía... pero también tenía claro que era algo que ambos anhelaban.
Los minutos pasaban y aquella hermosa mujer hacia acto de presencia... la escena se repetía como muchas veces... un desayuno agradable y junto a esta una charla amena... todo seguía como de costumbre... el tiempo a su alrededor parecía ir más lento... pero la verdad era que cada segundo era eterno. Su charla seguía y con cautela deslizo su mano debajo de aquella almohada donde se apoyaba y sin esperar mucho mostró aquella bella caja a su amada... quien presa de la sorpresa ceso al instante su habla... las palabras sobran, pero aun así decidió decirlas.
Una a una sus palabras fueron dichas y junto a ellas lágrimas de emoción la acompañaban... un breve silencio se hizo presente y aquella anhelada respuesta se dijo... la felicidad inundo a ambos... felicidad que pronto se vería envuelta en la más dolorosa tragedia.
La tarde poco a poco se iba y aquella hermosa pareja disfrutaba de lo que sería sus últimos momentos... una con una bella sonrisa y otro con un dolor inmenso en el alma. La noche poco a poco caía y su tiempo se terminaba... lo sabía... sabía muy bien que lo que estaba por hacer no tendrían perdón... pero no tenía más opción... no quería partir de este mundo con el recuerdo de las lágrimas de su amada... quería dejar este mundo con el hermoso recuerdo de aquella sonrisa... sonrisa que hace mucho lo cautivó y que ahora se convertiría en su más grande tesoro.
Las horas seguían y su condición empeoraba... una a una las luces se fueron apagando y en la más completa oscuridad dio sus últimos pasos... con un ligero temblor en la mano dejo lo que sería su última carta y con un tierno beso se despidió del amor de su vida... no deseaba despertarla... pero aun así se quedó un momento más para contemplar aquel bello ser... un ser que sin saberlo lleno de luz su vida... y a su vez... puso fecha a su muerte.
Con una suave sonrisa cerró la puerta de aquella casa que tantos momentos le regaló... y sin más... se dirigió a su destino.
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