Capitulo 7

654 16 1
                                    

Durante unos minutos William me abrazo y dejo que llorara cuanto quisiera. Necesitaba desahogarme, que alguien me abrazara, me consolara… realmente quería a Byron. Me estaba enamorando de él. Ver cómo me había tratado me había hecho mucho daño.

William me acaricia la cabeza y trata de calmar-me. Su voz es suave y dulce- Calma, cielo, calma, ya está- me relajo, me separo un poco de William y le miro a los ojos.

-¿Qué ha pasado? ¿Por qué estas así?- me pregunta, con el mismo tono de voz suave.

-Me he discutido con Byron- le digo entre algún que otro sollozo- es un imbécil.

-¿Byron? ¿Tu compañero de clase? Qué te ha hecho?- me pregunta con cara de sorpresa.

Le explico toda la historia con todos los detalles. Él me mira con esos ojos que destilan ternura, comprensión… me siento cómoda con él. Me siento rara, porqué a pesar del dolor que aún siento, mi corazón se alivia con su sola presencia.

-No quiero volver a saber nada de él, es un gilipollas y no quiero volver a verle nunca más- lo digo con seguridad, con rabia, como si el hecho de decirlo lo convirtiera en realidad. Pero por mucho que me engañara yo le seguía queriendo… cada vez más.

Miro a los ojos de William, no me mira… tiene la mirada perdida- Byron ¿eh? Si ya tiene fama de chico problemático…- dice en voz baja, mientras me mira otra vez y su rostro vuelve a dibujar una expresión dulce y afable- no te preocupes Alison, yo me encargare de todo, tu tranquila-

-¿A qué te refieres? ¿Hablarás con él?- me altero un poco, me pongo nerviosa, solo faltaría que ahora provocará una pelea entre ellos. Echarían a William en el acto y vete a saber qué consecuencias tendría en sus prácticas… y a Byron… también le echarían. Ese último pensamiento me hiela el corazón solo de pensarlo.

William nota mi expresión de angustia- no te preocupes preciosa, solo quiero hablar con él, para calmarle, nada mas- me sonríe y esa sonrisa me calma y me tranquiliza, pero tengo la sensación de que algo no va bien.

-Alison debo irme, debo volver a las clases, luego te veo y hablamos- se acerca a mí, abrazándome con fuerza por la cintura y me besa… y yo, sencillamente, en ese momento desaparezco del mundo… entre sus labios, entre sus brazos que me oprimen contra su fuerte pecho. Es casi como Byron… que aún así sigue estando en mi mente… pero más débilmente.

-Hasta luego- le digo casi sin aliento, anonada, anestesiada por sus labios y su voz… .

[Narra  William]

Son las 5.30 de la tarde, las clases han terminado. No sé ni lo que hemos hecho, solo tengo un nombre en mi cabeza… Byron.

No sé lo que puede pasar, tengo que verlo pero fuera del colegio, no vaya a ser que se lie. Tengo que apartarlo de Alison, no quiero que ese canalla se acerque más a ella.

Espero a que Byron salga, va acompañado por sus amigos. Pasan por delante mío sin percatarse de mi presencia. Le sigo durante unas calles, para que se aleje del colegio. Ahora va solo, y me acerco a él.

-¡Eh tú, Byron!- le grito y él se para, me mira con cara de sorpresa, aunque con una mirada que expresa su chulería característica de siempre. Por algún motivo esa chulería me calienta, no me gusta.

-¿William? ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?- le noto incomodo, su mirada se vuelve más agresiva a medida que me voy acercando.

-He hablado con Alison ¿sabes?-

-Ah, pues muy bien y eso a mí que me importa- pregunta chulesco

-Pues te importa porqué está destrozada y es por tu culpa-

-¿Por mi culpa? Anda tío no me jodas y vete por ahí, que voy a tener que ver yo en eso, lo que pasa es que es una niñata y ya está.- me dice sulfurado, ofendido. A mi esas palabras me calientan. Él también, y casi ya estamos encarados…

-¿Niñata? Cómo vuelvas a tratarla así y yo me entere…-

-¿Si te enteras qué?- me interrumpe súbitamente- va di, ¿qué pasará entonces?- me dice en tono amenazador.

-No te pongas chulito niño, hasta ahora estoy intentando contenerme, pero…-

-¿Pero qué? ¡Va! Vamos venga, no te cortes, payaso, el profe de prácticas, pf menudo imbécil, deberías ver qué cara de idiota tienes y como haces el ridículo cada día- me da dos golpes con la mano en el pecho mientras me sigue provocando.

-¡No me toques!- le doy un manotazo en el brazo para sacármelo de encima- como me vuelvas a tocar te reviento la cara gilipollas- Nos encaramos del todo.

-¡Uy vaya! Joder con el profe… - Me da un empujón, a lo que yo respondo con otro.

Las provocaciones siguen hasta que le agarro de la camiseta, casi a la altura del cuello. Él responde, se queda con esa media sonrisa mirándome…- Vamos profe, no me dirás que ahora te has enamorado de esa mocosa…-

-Ni la nombres…- estoy casi fuera de mi.

-Vamos tócame listo, y veras que rápido te vas del colegio, entonces ¿cómo lo harás para ver a tu niña?

Le agarro más fuerte de la camiseta y le empotro a una pared- Como me entere que le vuelvas a hacer algo te partiré la cara y te borrare esa sonrisa de niño imbécil de la cara, ¿me entiendes gilipollas?

-Ve con cuidado William… porqué la próxima vez quizás seré yo el que te parta a ti la cara… qué habrá visto en ti, un profesor perdido que solo viene al colegio a meter mano a niñas- De un golpe le suelto y le echo a un lado, casi cae al suelo.

-Ve con cuidado Byron, ve con cuidado-le señalo con el dedo mientras nos alejamos

Él me hace una última mirada de desprecio, pero esta vez esa mirada refleja más rabia- ui si, mira como tiemblo… imbécil-.

Los dos nos alejamos en direcciones opuestas. Ahora lo sé, él también la quiere, se lo he notado, esa actitud, esa mirada. No puedo permitir que se acerque más a ella. Pero me he dado cuenta de que ella también me importa, que quiero protegerla, que no quiero que sufra, que quiero verla feliz… yo también la quiero.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno chic@s es un capitulo bastante corto, pero me he decidido a subirlo ya que pasan cosas bastante interesantes. Muchas gracias por leer siempre! No os olvideis de dejar vuestros comentarios! 

Un besito

Nelock

Las princesas no lloranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora