Capítulo 14

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Hoy es un gran día para el Castle fandom. Hemos ganado tres de las cuatro categorías en las que estabamos nominados en los PCA. BIEN!!! 

Meses después

-¿Por qué no has querido saberlo?- dice Castle abriendo la puerta del loft.

-Ya te lo he dicho, Castle. Para mí lo importante no es saber si es niño o niña sino saber si está creciendo bien.

-Y para mí también, pero sabiendo lo que esperamos podremos decorar su habitación de una manera y, lo más importante, podremos elegir un nombre.

Kate iba a decir algo para dar el tema por zanjado, pero algo la interrumpe.

-La feliz pareja ha llegado- dice Martha haciendo una entrada teatral desde arriba de las escaleras.

-Madre, ¿qué haces aquí?

-He venido a ayudar a Alexis a recoger alguna de sus cosas para despejar su habitación para el bebé. Bueno dime, ¿cómo está el pequeñín?

-Muy bien. Lleva toda la mañana moviéndose y dando patadas- le responde Kate mientras se sienta en uno de los sillones y acaricia su ya abultada barriga.

-Bueno, eso es normal. Los últimos meses son los peores.

-Sí, y ya queda poco para llegar al final- dice Castle sentándose junto a ella en uno de los brazos del sillón y besándola en la sien.

-Ahí es donde quería llegar. Falta poco para que nazca, ¿cuándo piensan comprar las cosas?

-Es cierto. Lo hemos ido posponiendo y no tenemos nada preparado- Castle se incorpora y mira seriamente a Beckett.

-En realidad no tenemos mucho que comprar. Mi padre dijo que él se encargaba de los muebles.

-Ya querida, pero aún queda toda la ropa, los biberones, el vigilabebés, el cochecito, la silla del coche…

-Vale madre, nos hacemos una idea.

-Podemos ir hoy, tengo el día libre- dice Kate alzando los brazos para que él la ayude a levantarse.

-¿Segura? ¿Te sientes con fuerzas?- posa su mano sobre la barriga.

-¿Para escoger las cosas de nuestro bebé? Segura.- Kate le corresponde la caricia poniendo su mano sobre la de él.

Un fuerte ajetreo les hace girarse hacia las escaleras, donde ven a Alexis con una gran caja en brazos y bajando como le es posible.

-Cariño, déjame que te ayude.

-Gracias papá- le transfiere la caja que después Castle deja en el suelo junto a la entrada.

-¿Ya tienes todo empaquetado?

-Sí, y también he llamado a un taxi para llevar todo a mi piso.

-Bien, pues te ayudo a bajarlo.

-No hace falta, papá.

Castle levanta ambas manos dando a entender que hará lo que ella diga.

-Quería darte esto antes de irme- Alexis abre una de las cajas y saca un peluche.

-El señor Panda- dice Castle con una sonrisa nostálgica.

-Sabes el aprecio que le tengo, pero es hora de desprenderme de él y dárselo a otra persona.

-Es un bonito gesto. Gracias Alexis- dice Kate abrazando y despidiéndose de la pelirroja.

Horas más tarde, tras pedir algo de comer y pasar mitad de la tarde abrazados en el sofá viendo una película, Castle y Beckett se encuentran en la tienda más grande de Nueva York dedicada al mundo de la maternidad.

Deciden comenzar por la sección de ropa, porque es en la que más les va a costar ponerse de acuerdo, ya que hay miles de conjuntos y solo tienen que elegir un par de ellos. No salen de ahí hasta que Castle se sale con la suya y convence a Beckett para llevarse un body de Batman y otro de Superman, en los cuales cita respectivamente: “he pasado nueve meses en la Bat-cueva” y “mi kryptonita son los besos de papá y mamá.”

Se les hace de noche, y al salir de la tienda y facturar la compra, esta al ser muy grande, la tienda se ofrece a llevársela a su dirección por la mañana. Castle y Beckett aceptan agradecidos y lo único que se llevan es la bolsa que contiene la ropa.

Tras alargar el camino para dar un paseo, llegan al loft.

-Voy a darme una ducha- dice Beckett quitándose su calzado.

-Vale. ¿Quieres que prepare algo de cenar?

-Sí. Me apetece muchísimo tu pasta a la carbonara- se acerca a él y le rodea el cuello con sus brazos.

-Tus deseos son órdenes para mí- Castle le da un rápido beso en los labios y la observa marchar hacia el dormitorio de ambos.

Minutos después y tras dejar de oír el ruido del agua, Castle va hacia el baño para avisarla de que la cena ya está lista.

Lo que ve al abrir la puerta le enternece y le hace gracia al mismo tiempo. Beckett lleva puesta su ropa de dormir y está intentando darse crema en la tripa. Intentando porque la camiseta se lo hace casi imposible, pues no consigue sujetarla e impedir que no se baje.

-Espera, así se te dará mejor- Castle se coloca detrás de ella y agarra la camiseta.

-Gracias- Beckett gira la cabeza y le da un beso.

Castle apoya su barbilla en el hombro de ella y se queda mirando atentamente la escena en el espejo que tienen delante. Le encanta verla cuando acaricia su barriga, cuando le habla e incluso le canta. También le encanta la sonrisa y la mirada que se le forma, una sonrisa y una mirada de amor puro, sincero e incondicional que solo una madre tiene por su hijo.

Cuando Beckett comenzó a gana peso no paraba de decir que dejaría de estar sexy, que ya no la vería guapa y que no querría hacer más el amor con ella. No podía estar más equivocada. Castle cada día, conforme avanzaba el embarazo, la veía más preciosa. Incluso agradecía cada kilo que ganaba su mujer, porque significaba que su hijo crecía sano y fuerte. Solo un mes para tenerlo en mis brazos, pensó.

La voz de Beckett le saco de sus pensamientos.

-Hey, ¿vamos a cenar?

-Sí, pero antes quiero capturar este momento- saca su móvil y hace una foto, la cual enseguida pone de fondo.

Al terminar de cenar, Beckett se ocupo de recoger de la mesa mientras Castle limpiaba los platos. Sin entretenerse demasiado decidieron irse directamente a dormir. Como todas las noches, Castle dejó preparada la bolsa por si tenían que salir hacia el hospital.

-Oye Kate, ya sé que no quieres saber el sexo de nuestro bebé, pero seguro que tienes alguna preferencia- decía mientras salía del baño y se metía en la cama.

-Pues sí. Me gustaría que fuera niño.

-A mi también.

-Creía que tú preferías una niña.

-No me malinterpretes, también me haría mucha ilusión que fuera una niña, pero siempre he querido un niño.

-No lo sabía.

-Crecí viendo como todos los niños jugaban con sus padres, asique me prometí que si algún día tenía uno haría con él todas las cosas que yo no pude hacer con mi padre.

-Pues ahora deseo con más fuerzas que sea un niño.

Kate se abraza a la cintura de Castle y apoya su cabeza en el pecho de él. Castle, por su parte, la rodea con el brazo.

-¿Y si no lo es?

-Lo volveremos a intentar.

-¿Quieres tener otro hijo?

Beckett levanta la cabeza para mirarle.

-Sí, ¿tú no?

-Sabes que yo te daría todos los hijos que me pidieras.

Beckett se levantó ligeramente y juntó sus labios con los de su marido, dándole un tierno y cálido beso.

-Buenas noches, Rick

-Buenas noches, mi vida. 

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora