want you back ✨Muke✨

Capítulo 5.

DÍA 3.

—¿Qué vamos a hacer hoy? —. Preguntó Michael mientras comía su desayuno.

—Podríamos ir al museo, o a Long Island, el día está perfecto —. Propuso Billy.

—¿Oh, yo... Mike? —. Murmuró Francisco cerca del oído de su prometido.

—¿Qué sucede?

—¿Y si mejor solo vamos a cenar a un buen lugar hoy? Recuerda que tengo que ir a la agencia de Margaret... la conoces y me va a entretener todo el día —. Murmuro el de cabello oscuro, aunque de todas maneras todo lo habían escuchado.

—No te preocupes, por la noche haremos algo —. Dijo Karen con una sonrisa en sus labios.

Michael se limito solo a volver a ver hacia su plato de desayuno, para continuar comiendo; Margaret era como su suegra, pues ella había criado a Francisco durante diez años. Pero, se habían separado un poco por el empleo. Michael la había visto tan solo una vez, pero con esa había sido suficiente para él... no quería volver a verla jamás.

Solo le alegraba el hecho de no estar con Francisco por unas horas, así podría hablar con su mamá y con su hermano a solas.

—Entonces, nos veremos hasta la noche —. Se despidió Francisco.

—Si, me saludas a Margaret —. Sonrió falsamente.

Francisco asintió nada más. Se abrazaron y luego se besaron por un corto tiempo.

—Bueno, mi hermano no quedara en malas manos, así que no hay de que preocuparse —. Interrumpió el momento Billy.

—Está bien, nos vemos —. Le robó un beso a Michael.

Luego, solo salió de aquella casa y se subió al auto que había rentado antes de irse.

Al momento en que desapareció de la vista de los Clifford, Michael volteó hacia Billy, quien relucía una confiada sonrisa con sus dientes brillantes.

—¡Platica de la conversación que tuvieron ayer tu y Luke! —. Gritó rompiendo con la paz. —¡Quiero saberlo todo!

Michael rodó los ojos y lo miro frunciendo un poco sus cejas.

—No grites Billy. Vamos a mi habitación —. Luego de eso, el mayor asintió y subieron las escaleras.

Se sentía como si estuvieran regresando a ser solo unos adolescentes.

—¿Entonces? —. Billy se sentó impaciente en la cama de su hermano. La de su antigua habitación.

—Luke me ha estado diciendo cosas, Billy... Y es... — dudó un poco —, es algo incómodo.

—¿Ah sí? ¿Estás seguro? —. Cuestiono sin creerle.

Billy conocía a la perfección a su pequeño hermano, y la mirada que tenía en sus ojos lo delataba.

—Me alegró verlo, pues... después de dos años sin saber de su vida, sigue casi igual que antes —, sonrió un poco —Aunque, Billy, yo ya lo superé, nada ni nadie hará que cambie de opinión sobre mi boda —. Se quejó.

El decidió no decir nada al respecto, hacer cambiar de opinión a Michael solo era tarea de Luke; aunque, entre más hablara con el sobre aquel rubio de ojos azules, más haría pensar a Michael en Luke. Tal vez eso ayudaría a que notara el error más grande en su boda y no querría casarse, eso esperaba.

—Bien, no voy a cuestionar, presionar ni alegar sobre eso, pero... Luke y tu siguen siendo amigos, ¿verdad?

—Por supuesto, aunque creo que debería dejárselo en claro a él. De verdad no quiero que se someta a falsas esperanzas de algo que no va a ocurrir —, Billy rodó los ojos, aunque en ese momento, una gran idea se cruzó por su cabeza. —De verdad me gustaría que Luke fuera feliz.