⁀➷19:『Su poder』

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Hace más de trece mil años hubo cierto acontecimiento en el planeta, se cuenta que fue una de las primeras veces que se tiene documentado cuando los planetas del sistema solar se alinearon dando así a una sola constelación, fue un día maravilloso, para todos aquellos que lo vieron, muchos sabios lo atribuyeron a una señal de los dioses, que cosas buenas sucederían.

Hace trece mil años, dos hermanos emprendieron un viaje buscando poder.

Hace trece mil años, dos dioses nacieron por el egoísta deseo de un alma que no podía descansar en paz.

Hace trece mil años, sí, todo empezó hace trece mil años.


















JiMin no sentía las manos, las tenía completamente entumecidas, su respiración era pesada al igual que su cuerpo empezaba a congelarse. Temblaba con cada paso que daba, sentía los huesos siendo cortados por el aire, una sensación indescriptible para aquel que estaba congelandosé

-C-Creo que es de noche. -le hizo saber a su hermano-. Por la po-posición del sol y por el frío. -dijo débilmente-. Paremos... JungKook.

-No. -respondío el rubio-. No pararemos. Seguiremos, JiMin. -el castaño tembló ante la mirada mordaz que estaba recibiendo por parte de JungKook, no supo que decir, las palabras no salieron y su cuerpo actuó por temor retrocediendo dos pasos.

--Llevamos horas escalando, no parece tener fin JungKook. -comento, intento persuadir a su hermano, pero el otro obstinado hizo casi omiso y siguió escalando.

-Seguiremos, seguiremos aún cuando nuestros cuerpos estén sangrando. Seguiremos. -sonrió.

No fue una bonita sonrisa a la vista de JiMin, esa sonrisa era aterradora, dejaba al descubierto un lado que JungKook jamás mostraba, era una sonrisa malvada. Además, sus ojos brillaban de una forma que lo enmudeció de muchas formas, dicen que los ojos son el reflejo del alma y por como sus ojos brillaban demostraban muchas cosas.

Con el cuerpo a punto de colapsar JiMin decidió que lo mejor era no cuestionar más a su hermano, no quería empezar una discusión y menos estando a una altura de más de doscientos metros.

Como pudo se aferró a las rocas de la montaña, sus manos sangraban y su nariz empezó a sangrar, estaba muriendo y lo sabia.

Estar en un lugar tan frío y a una altura extrema no era una buena combinación.

Miro hacia donde JungKook, su hermano iba unos metros más arriba, temblaba y se tambaleaba pero jamás se soltó, aún cuando sus manos estaban destrozadas después de haber sufrido un gran daño por el frío, aunque sus piernas y brazos suplicarán un descanso el rubio no se detuvo, murmuraba en voz baja y sonreía como psicópata mirando hacia la cima de la montaña que brillaba en tonos azules mezclados con la nieve.
JiMin no sabía qué hacer, ¿seguir o detenerse?, Si seguía seguro moriría, si se detenía también moriría, así que obviamente cualquiera de las dos opciones que tomara lo llevarían a su muerte.

-¡JungKook!. -su grito salió débil, la garganta la tenía seca y la lengua estaba dormida, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas las cuales se congelan en su piel quemada del frío-. ¡JUNGKOOK!.

-¡Sigue subiendo Park JiMin, sigue subiendo a te asesino!. -su amenaza terminaron por aterrorizar al hermano mayor quien estático asintió con miedo y ofendido por el hecho de que el menor le amenazase como si se tratara de cualquier persona. El castaño rechinó sus débiles dientes, como pudo ágilmente tomo más de alguna roca de la superficie y se la lanzó con todas sus fuerzas a la cabeza del hermano menor. El pobre se tambaleó por su esfuerzo, aún así bufo cuando la roca golpeó al otro pero ni aún así se detuvo, solo le miró mal y siguió escalando.

Los Dioses del Cristal. © |YoonMin, TaeKook, NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora