Capitulo 4

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Sobo mi cuello, ignorando a los que me hablan. Si que es cansado estar 6 horas sentado.

—Cassia, ¿vienes? — me pregunta Alejo —Nos reuniremos en la cafetería

Me levanto del banco guardando la única hoja que tenía sobre la mesa y una pluma. La última clase acabo y no quiero ir a encerrarme a mi casa, pero aun así me niego.

—Tal vez otro día, iré a casa de Derek — cuelgo mi mochila sobre uno de mis hombros

—¿Todo bien con él? — frunce el ceño —No vino a ninguna clase

—Eso averiguare — lo beso en la mejilla despidiéndome —Saluda a los chicos de mi parte

Camino rápido al pasar por la facultad de historia para que Bianca no me vea. Ella estudia historia, nos conocimos en una de las fiestas de primer semestre donde invitan a todas las facultades.

Nos hicimos amigas y se encargó de presentarme a Nate. Aunque nate no pertenece a ninguna de estas facultades si pertenece al círculo de Bianca.

El caminar rápido no me salva, ya que Bianca me intercepta apareciendo frente a mí con los brazos en su cintura mirándome como una mamá a su hijo, pillándolo después de una travesura.

—¿Estas huyendo de mi Cassi?

—Sí — le doy una sonrisa de labios cerrados

—No tienes vergüenza — se queja

Ni un poco.

—¿No puedes mentir como las personas normales? — suelta la pregunta ofendida y engancha su brazo con el mío obligándome a caminar con ella

—Miento todo el tiempo — argumento

—Lo sé, pero podrías intentar hacerlo conmigo de vez en cuando para no lastimar mi corazoncito

—No es mi problema que tengas corazón de pollo, pero si es lo que quieres, de acuerdo. Derek y tú os casareis, se mudarán a una casa de campo. Tendrán dos hijos, niña y niño, su primogénita llevará mi nombre. Envejecerán juntos y morirán juntos. Fin

Yo le presente a Derek, pero mi intención no era que ella terminara completamente enamorada de él al segundo de verlo, ni siquiera sé si eso es posible, pero a ella le gusta decirlo así.

En parte es culpa mía que Derek no le preste mucha atención, conozco a ese hijo de puta. Solo la terminara votando como otras que me tocó conocer.

Me suelta un manotazo en el brazo y me quejo.

—Ouchi — me sobo la parte adolorida, e intento no pensar en el hilo en mi columna

—No es divertido

—Tú lo pediste — reclamo

—Cierra el pico — nos quedamos en silencio mientras me encamina hacia mi coche y de la nada suelta otra pregunta

—¿De verdad crees que pase eso? — sonríe arrugando un poco la nariz, viéndose como un hámster.

Si que es linda.

Ruedo los ojos y la empujo mientras se ríe.

—Ya, perdona — se recompone de su ataque de risa

Saco las llaves, dispuesta a irme pero me detiene y realmente me contengo para no golpearla. No tengo tanta tolerancia y ella está acabando con la poca que me queda.

—¿Irás a verlo? — pregunta poniéndose seria y juguetea con sus dedos

Suspiro con cansancio.

—Si

GIVE ME A CHANCE | #1 | Trilogía OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora