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"‪Aunque parezca que me vo'a matar‬‪Aunque veas que no voy muy bien‬‪Aunque el mundo se vaya a acabar‬‪No estés triste, no hay porqué llorar‬

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"‪Aunque parezca que me vo'a matar‬
‪Aunque veas que no voy muy bien‬
‪Aunque el mundo se vaya a acabar‬
‪No estés triste, no hay porqué llorar‬." Bien - C. Tangana

-Es que me siento aún con mucho sueño Almando

-Ajá, te conozco y se que otra cosa tienes te lo vuelvo a repetir, somos amigos y sabes que cuentas conmigo

-Pelo ya te lo dije, necesito dolmil y ya, es mas ya lo voy a hacel

El de cabellos rojos se puso un tanto nervioso al sentir como la mano del otro comenzó a acariciar su rostro aquel tacto lo hizo sentir un tanto protegido.

-Yun ¿quieres que me quede contigo?

-Pol favol, nunca me dejes -decía ya bastante adormilado cosa que sorprendió a su acompañante el cual nunca creyó verlo de aquella forma, porque siempre estaba tan lleno de energía nunca era alguien negativo siempre era positivo ante todo no lo podía reconocer-

-Yo curare tus heridas

Sólo sonrió al ver como finalmente descansaba, amaba ver su rostro de una forma tan detenida ya que apreciaba todos los rasgos que se pintaban en aquel rostro su mano aún estaba sobre este, si se quería le sería bastante difícil porque estaba aprisionada por Yun que se había acostado sobre esta.

Las horas pasaron bastante rápidas, el mecánico había estado revisando su celular durante un largo rato hasta que finalmente el que estaba en la camilla cambió de posición, Armando dio gracias ante aquello, ya era de noche y el sueño claramente ya llegaba, sin dudar se dirigió hacia las sillas de espera, no pensaba que estas fueran tan cómodas pero en cuanto se sentó sintió una increíble comodidad, por un rato observó a su compañero, a los demás ya les había avisado lo que había ocurrido claramente todos se preocuparon por que son una familia, bastante extraña pero da igual no supo cuando es que terminó completamente dormido.

Kalahari despertó de golpe, una pesadilla había llegado, olvidó donde estaba se sobresalto por aquello la luz se colaba por una ventana y por lo tanto pudo apreciar donde estaba, recordó todo lo que había sucedido al sentir una presencia volteo hacia su derecha donde se encontró a Nadando descansando en una silla, se veía tan tranquilo...

-¡Almando, despielta!

El mencionado despertó de golpe y bastante alterado se levantó.

-¿¡Te paso algo!?

-que no ela nada -comenzó a reír cosa que hizo molestar un poco al pelinegro, pero finalmente se vio contagiado por aquella risa-

-Chaval si no estuvieras así ya te hubiera dado un golpe

-Señor Grúas -el mecánico se dirigió hacia quien le habló siendo esta la enfermera que le había atendido-

-¿Necesita algo?, ¿ya podrá salir?

-Por supuesto que si, su pareja ya fue dado de alta

-Espela, ¿como que... -no acabo de hablar porque se vio interrumpido-

-Cariño tómate esto con calma

Nadando observó como la enfermera se retiro para posarse a un lado de su compañero

-Pelo que maliconadas hiciste Almando yo no lo espelaba de ti y esa sola que

-Anda ya, vámonos de una vez, tengo que ir al taller si es que aun existe

-Pelo me vas a explicar esto

Con ayuda del ojiverde Yun se levantó de la camilla para después salir del hospital, subieron al automóvil y fueron con dirección al mecánico.

-Entonces ¿como que tu paleja? ¿Hice o dije algo mientlas estaba bajo los efectos del medicamento?

-No es nada de eso, sólo que para entrar a verte necesitaba ser familiar y sólo podía decir que eras mi pareja

-Oh jodel, ya me había asustado y ¿no dije nada?

-Ummm nada fuera de lo normal

-Ummm nada fuera de lo normal

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Herido. Yunando Donde viven las historias. Descúbrelo ahora