CAPÍTULO DIEZ

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POV Hanna

Dos semamas, habían pasado dos semanas desde la última vez que hablé con Yoongi. Renuncié a mi trabajo y solo me encerré a pensar en planes futuros sola, ya que me di cuenta que no los tenía, solo los tenía con él y había quedado en cero.

Todos los días se me han hecho eternos entre despertarme llorando a media noche, lidiar con los regaños de mi padre y Ashton por no comer, las horas que se pasan lentas cuando más pienso y los recuerdos torturadores de promesas incumplidas.

Tuve la oportunidad de hablar con V, me llamó a los tres días de la llamada de Yoongi, no le atendí a la primera pero ya después de ocho llamadas perdidas y decenas de mensajes, decidí que lo mejor era responderle porque era obvio que no pararía y estaba preocupado por mí.

Escuchar todo lo que le había dicho Yoongi y que por obvias razones no quería que le dijera, fue tan fuerte que muchos días quise convencerme de que todo era un sueño, que era mentira o una mala broma, hasta que veía su chat en mi móvil y no había foto, tampoco estaba en mis redes sociales y hasta las llamadas eran desviadas a buzón, simplemente me borró de su vida y muero por saber el secreto de como lo hizo tan rápido, porque anhelo poder aplicarlo.

Mi cama se volvió mi lugar favorito al igual que mis sueters gigantes y medias de colores. El sueter de Yoongi, pasó a estar en lo más profundo de mi closet donde no pueda verlo, hasta que se me olvide su existencia, ya que no tengo las agallas de botarlo.

Destiny, ha sido mi paño de lágrimas y ese hombro que he necesitado para llorar, Ashton se ha ofrecido a serlo muchas veces, pero no quiero llenarlo de malas vibras ni agobiarlo con mis problemas, no cuando él siempre intenta tener una sonrisa a pesar de sus cargas y agregarle otra no sería de buenos amigos.

No puedo negar que todos los días espero una llamada o un mensaje de Yoongi, necesito explicaciones, que me diga si fui yo quien fallé o solo la distancia lo ahogo entre tantas cosas de por medio, quiero saber de su boca lo de Jinna y que él de verdad tenga la valentía de hablar conmigo y al menos no quedar en malos términos, no después de todo. Pero, veo que para él, eso es lo que menos importa. 

Estuve tentada a llamar a Mary, pero sé que en cualquier momento de la conversación me hablará o preguntará por lo que pasó y éste momento de su vida no lo voy a opacar por nada del mundo, así que solo le dejo pequeños mensajes de vez en cuando y hablamos lo necesario. 

Al parecer Jimin no sabe nada, tampoco J-Hope porque me han mandado muchos mensajes de voz hablando de un futuro reencuentro de los cuatro y eso cada vez es más doloroso, de hecho, hoy sería el día en donde hablaría con Jimin de lo que pasó para que evite hablarme de Suga. 

Sé que a pesar de la tristeza, siento un poco de rencor por su cobardía solo que intento que eso sea lo menos que me invada e intentar recordar lo bueno para no sentirme peor o volverme alguien que no soy. 

Mi móvil empieza a vibrar y sale la foto de Jimin en mi pantalla, respiro varias veces antes de contestar y volver a repasar mi discurso en la mente. 

— ¡Muñeca! — Le sonrío de lado y su preciosa sonrisa se va bajando de a poco — Pero no me saludes con tanta emoción que se apaga mi brillo. 

Ruedo los ojos y río cuando empieza mirarse por la cámara a ver si se ve completamente bien. 

— Hola, Chim-Chim — Mi voz sale ronca y mi garganta arde ya que perdí la cuenta de cuántos días tengo sin pronunciar palabra. 

— Esa voz no es de ese cuerpo — Se sienta en su cama y empieza a analizar mi rostro — ¿Qué sucede?

Llegó el momento, Hanna. Pero había un detalle, se me había olvidado todo lo que había practicado, así que lo diré como salga, sea fuerte o no.

WALK ALONE © | SUGA - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora