Bruno:
Me perseguías fuera a donde fuera. Si salía a dar una vuelta, pensaba que aquel con el gorro eras tu, o que el cabello del de más allá bien podria ser el tuyo. Cada par de ojos castaños que me topo lo comparo con el tuyo, pero no hay ninguno que se le compare. Hay veces que pienso que aquella casa podría ser la tuya, pero me he dado cuenta que son puras predicciones fallidas. Lo que me atormenta es tu fantasma, que no me deja dar ni un paso sin recordarme constantemente que mi alma te pertenece a ti, y que cada latido que da mi corazón, lo da por ti. He intentado razonar con la sombra que me persigue vaya a donde vaya, diciéndole que este enamoramiento es pasajero, y que ni siquiera es correspondido, pero mi sombra no se deja engañar, sabe que, por el momento, cada suspiro que doy es por ti.
Tuya,
Cheeks
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Notas sobre él
RomantizmNunca pude imaginar que se instalaría de esa manera en mi a vivir. Pero lo hizo. No lo puedo culpar. Y no me importa. Pero tenía que decirle lo que sentía, aunque nunca se fuera a enterar. Bruno, estas cartas son para ti.