Bruno:
No pude evitar la caída de la lágrima cuando te vi con ella. Te veías tan feliz, despreocupado, brillante. Te veías más relajado a comparación de cuando te conocí. Tu mirada brillaba, y no te importaba dejar otra conversación a medias sólo para hablar con ella. A mi nunca me prestaste tanta atención, ni mucho menos. Pero no importa, mi corazón ya esta acostumbrando a cargar hilo y aguja para los parches necesarios. El problema es que no creí que fueran a ser necesarios antes de cumplir siquiera cuatro meses de conocerte. Pero si, era más que obvio que no te ibas a separar de ella en un buen rato, y que nunca mi nombre sería pronunciado por tus labios como lo haces con el de ella. Se nota lo enganchado que estas, y aún así consigues decirme cosas que remueven mi alma, pero se que es sólo amistad lo que buscas. Ya esta. Creo que debo quitarte de mi cabeza, porque no puede provenir de mi corazón, la sensación de traición que ronda las esquinas de mi vida.
Tuya,
Cheeks
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Notas sobre él
RomansaNunca pude imaginar que se instalaría de esa manera en mi a vivir. Pero lo hizo. No lo puedo culpar. Y no me importa. Pero tenía que decirle lo que sentía, aunque nunca se fuera a enterar. Bruno, estas cartas son para ti.