Bruno:
Maldita sea. No puedo soportar que pronuncies mi estúpido apodo como cualquier otro. Todos aquí me conocen con ese "nombre", pero no quiero que tu me llames eso, no tu. Me gustaba al principio, pero eso fue antes de que dijeras el diminutivo de mi nombre real, que hizo que mi mundo diera vueltas. Pero entiendo que jamás llegara el día en que esta petición se realice, pues yo también te he inventado motes estúpidos para no verme obligada a pronunciar tu nombre, que me parece prohibido a mis labios, ya que no me he ganado el derecho de que pueda ser mío. Es una idiotez, pero creo que la pertenecía del nombre es lo único que nos queda que realmente sea nuestro. Y quisiera que me lo regalarás, así como yo te estoy regalando el mío en este momento.
Tuya,
Cheeks
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Notas sobre él
RomanceNunca pude imaginar que se instalaría de esa manera en mi a vivir. Pero lo hizo. No lo puedo culpar. Y no me importa. Pero tenía que decirle lo que sentía, aunque nunca se fuera a enterar. Bruno, estas cartas son para ti.