Aclaración: los mensajes en negrita son Keith y en cursiva son Lance. También tienen diferencia horaria, así que la hora dependerá de quién narre. Y no me gusta el sistema am/pm así que uso el de veinticuatro horas, lo siento si alguien no lo entiende :( en la nota de autora abajo habrá una guía (?)
Vio los mensajes a la mañana siguiente mientras desayunaba, se atragantó con el café y se manchó la ropa, por lo que tuvo que cambiarse. Era el número de teléfono de Lance. Nunca imaginó que llegaría a tener en su posesión algo como esto, era un sueño hecho realidad. ¿Qué hacía ahora? Tardó diez minutos en ser capaz de agregar el número a sus contactos y otros diez en buscarlo en WhatsApp, todo esto mientras a la vez se iba preparando para ir a clases. En la calle de camino casi se chocó con una farola por ir mirando su foto de perfil. Salía tan guapo como lo recordaba. Desde que se puso la cuenta privada intentó seguirlo con una cuenta falsa un par de veces para poder ver su actividad desde allí, pero nunca aceptó sus solicitudes de seguimiento. Y ahora ahí estaba. Una foto en grande, actual.
Salía él junto a tres personas que reconoció de sus fotos en Instagram anteriores. Deducía que eran sus mejores amigos. Lance estaba en el centro, con los ojos y la nariz arrugados por la risa, las mejillas infladas y rosas, y la boca abierta en felicidad. Tenía la cabeza apoyada en el hombro del chico de la izquierda, mucho más grande y moreno que él, que se reía también con una mano tapándose la boca. Llevaba el famoso efecto de SnapChat del perro. A la derecha estaba una chica con el pelo castaño y rizado por los hombros, su cara estaba arrugada en una expresión extraña, entre divertida e indignada. En su ceja izquierda estaba comprimido el efecto del perro dálmata, que por alguna razón había detectado allí un rostro.
Keith se rio un poco al verlo antes de hacer zoom en Lance y analizar cada centímetro de él. ¿Por qué era tan hermoso? No solo físicamente, sino... su risa. Su actitud. Su personalidad. Le daban ganas de llorar. Y ahora tenía su número. Como, en serio, ¡tenía su número personal! Tenía el número de Lance. Dios mío. Cómo se supone que puede soportar seis horas de clase después de esto. Lo único que quiere hacer es sentarse a alucinar en su sofá, babear sobre la foto y enloquecer de todas las formas posibles, chillar y saltar y después darse cuenta de que ni siquiera sabe cómo empezar una conversación con él.
Oh, Dios, no sabe cómo empezar la conversación.
¿Qué le dice, hola? No suena apropiado. No son amigos. No le ha dado su número para charlar. Le ha dado su número para que le pase la historia. Anoche estuvo ocupándose de eso, transcribió unas tres mil palabras del primer capítulo antes de cansarse tanto y dejarlo aparcado para otro momento. Todavía le quedaba más de la mitad. Siempre había amado los capítulos largos, pero ahora los estaba odiando.
Estaba tan nervioso por empeorar todavía más ya la mala impresión que se había generado de él que, aunque se moría de ganas, no le habló en todo el día, ni tampoco al siguiente. No, fue al cuarto, cuando ya había por fin acabado el primer capítulo, que por fin inició una conversación para enviárselo.
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Entre nosotros hay historia [Klance]
FanfictionLance tiene un pasatiempo al que le pone todo su empeño y corazón: la escritura. Publica sus historias en Wattpad bajo el usuario de BabyBlueEyes, recibiendo todos y cada uno de los comentarios que le dejan sus amados lectores con mimo y ansias de m...