Author's notes: Si pueden, escuchen la canción de fondo mientras leen; y también hay que aclarar que la letra está alterada.
Los cabellos blancos del albino se despeinaban levemente gracias a la brisa suave que se adentraba por la ventana, siendo ésta cálida a diferencia del frío suelo de madera, el cual se sentía mucho más helado de costumbre para su piel.
El humo y olor desagradable del cigarro inundaban la habitación, acompañado del sentimiento agrio instalado en el paladar de Willy. Su rostro se hallaba totalmente empapado de saladas lágrimas, las cuales parecían no querer parar ni un segundo... Como si contaran cada gramo del dolor que su cuerpo retenía.
¿Recuerdas aquellas épocas en las que éramos felices y no lo sabíamos?.
Con su blandengue mano tomó sus cabellos con la tristeza latente en cada centímetro de su ser, inundandolo con una extraña sensación de desolación y soledad; sollozando casi a gritos, rogando al menos una mísera oportunidad para volver a amar más intensamente, para mostrarle ahora que estar con él era mil veces mejor a que estar con Rubius. Su corazón parecía haber sido una hoja de papel la cual Vegetta arrugó y escupió sin consideración alguna, de forma tan cruel que ni siquiera las palabras alcanzaban para describir el sentimiento de dolor creciente en el pecho del de ojos rasgados. Pero lo más chocante de todo aquello era que su triste sentir, aún quería a el pelinegro.
Sabes que a veces pienso en lo que somos y lo que éramos.
Ahí estaba de nuevo el enjambre furioso de recuerdos atacando contra la débil mente del peliblanco, haciendo ahora que su llanto fuera más y más fuerte, creando un ardor insoportable en su garganta pero que sin embargo quería sentir, pues quizá aquello lo distraería de la dolencia del vacío en su pecho.
Esos ojos morados, esa sonrisa y esa voz que antes eran de él, que le susurraban palabras preciosas que parecían secretos confidenciales, tan suaves como terciopelo y ahora tan hirientes como puñaladas; pertenecían actualmente a un chico de ojos verdes mucho más brillantes que los suyos, piel perlada y linda voz... Todo lo que alguna vez quiso ser para mantener a Vegetta junto a él.
Pero no quiero enamorarme de nuevo.
Tantas veces de haberle profesado su amor al de ojos morados para que al final llegara alguien mejor que él, que le robó el corazón y ahora lo llamaría su esposo, que cada día al despertar sería él quien lo viera y quien le diera un beso de buenos días. Sería Rubius quien recibiera ahora los mismos 'te amo' que acostumbró a recibir Willy de la misma boca, quien sería tocado de la misma manera en la que las manos de Vegetta tocaron a el albino.
Yo no te quisiera olvidar, pero contigo es todo o nada.
El cigarro entre sus dedos se consumió en menos de lo esperado, y la única herramienta para evitar gritar se había esfumado, haciendo así que la voz quebrada del ojiverde empezara a sonar por todo el cuarto a modo de gritos heridos, suplicante de la más mínima oportunidad para empezar de nuevo.
¿Cómo un sentimiento tan bonito como alguna vez lo sintió ahora lo tenía en el suelo, abrazándose a sí mismo mientras gritaba para sacar el horrible nudo de su garganta?... No lo sabía, y era lo que más hería.
Estás muy sumergido en el agua, ahora nos estás ahogando.
Willy apenas si podía escuchar algo que no fuera el crujido de más grietas abriéndose en su corazón, algo más aparte de la maravillosa voz de Vegetta que lo envolvía de manera corrosiva y tóxica, pero que a la vez resultaba como un consuelo tortuoso.
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One Day You Love Me Again. ((ᴼⁿᵉ⁻ˢʰᵒᵗ))
FanfictionSu corazón herido anhela que llegue el día en el que aquel chico de ojos morados lo ame nuevamente, al igual que antes, cuando todo estaba bien. - ʀᴜʙᴇɢᴇᴛᴛᴀ ʏ ᴡɪɢᴇᴛᴛᴀ.