capítulo 27

59 6 1
                                    

Joseph.

Voy por el pasillo y al parece mi expresión refleja que mi mete esta en otro lado y puede que mis facciones me hagan ver pensativo y preocupado porque muchas personas me miran como preguntadose que me pasa y claro que lo estoy no puedo dejar de repetir una y otra vez mi discusión con Joel y todo lo sucedio el fin de sema , muchos creerán que estoy divagando, pero no, se a donde me dirijo y cual es mi objetivo. Una castaña hermosa, sonrisa despampanante, con ojos azules profundos con la capacidad de hacerte perder la razón y enloquecer. En mi caso, enloquecer.

Al fondo del pasillo, en los últimos casilleros diviso su figura, me acerco a ella a pasos lentos pero firmes.

-Podemos hablar.- hablo una vez me encuentro a su lado.

mi tono sale cortante y frío algo que la sorprende porque se queda mirandome por varios segundo con una ceja enarcada y una expresión confusa, luego se encoge de hombros restandole importancia y asiente.

La guio hacia uno de los salones vacío que están cerca, ella entra y luego yo cerrando la puerta detrás de mi.

Me mira, sus facciones no reflejan absolutamente nada, ella es están jodidamente dificil de leer no puedo descifrar lo que esta pensado y eso me jode.

-¿y bien?- hace señas con la mano invitándome a hablar.

La miro por un momento en un intento fallido de de leerla, uno más, ya e perdido la cuenta de las veces que lo e intentado sin resultado alguno. En un momento los recuerdos de su beso, con Joel, de su "noviazgo" con Marcos y la discusión de esta mañana pasan por mi mente como flashback hacido que la rabia llene mi cuerpo, hasta el punto de querer consumirlo como si fuera fuego.

-¿A que putas estas jugando? ¿Quien mierda te crees para jugar conmigo y mis amigos? ¿Que es lo que quieres? Habla de una puta vez, si quieres ser una puta...- mi voz solo destilaba el enojo que sentía en es momento y puede que me haya pasado pero con rabia no lo note, hasta que sentí su palma en mi mejilla derecha y vi sus ojos encendido fulminadome.

Sus ojos estaban fijos en mi y su voz no titubeo ni una sola vez, su voz era clara, concisa y llena de rabia, que podría ser percibida más como odio.

Escúchame bien porque no lo pienso repetir, que sea la primera y última vez que tu me llamas puta, a mi me respetas o no respondo.- su mirada están fría que me causa escalofrío.- en primera yo no estoy jugando a nada, yo siempre e sido clara con ustedes y e ido de frente, si yo me beso con Joel, con Marcos o cualquier otro es mi puto problema, en ningún momento les e ofrecido nada y no tengo una relación con ninguno como para que venga a exigirme respeto. Y dime Joseph ¿por qué soy puta? ¿Por qué hago lo mismo que tú? ¿o es que yo no puedo hacerlo porque soy mujer? -Me pregunta con una ceja enarcada y sus ojos aún brillando con rabia.

No puedo contestar nada, porque tiene la razón. Continua.

-Por lo menos yo tengo los pantalones bien puestos y soy clara, no tengo necesidad de ir engañando e ilucinando a nadie para llevarlo a cama. Pero de ti no puedo decir lo mismo, solo eres un puto mentiroso.

-Yo no soy un mentiroso, te dije que soy diferente y es cierto, contigo es diferente, yo quiero intentar algo serio contigo.- trato de defenderme como puedo.

-¿Ah si?

-Si .-respondo tan rápido que podría parecer cierto.

-Entonces pídeme que se tu novia, la única manera de que solo esté contigo y de creerte es que me pidas que sea tu novia. Tu nunca has tenido nada serio con nadie y si quieres algo serio conmigo eso es lo que debes hacer.

No se en que momento la discusión tomó ese rumbo, pero yo sentí cada palabra como un valdado de agua fría. Yo sabía que Alondra me cambiaría la vida, que me haría hacer cosas que nunca había hecho, pero esto, supera los límites.

《¿Que estarás dispuesto a hacer para ganar esa apuesta?》 Me pregunta mi conciencia y claro que tengo una respuesta.

Todo.

Pensarlo de mas seria un error. Tengo un propósito y lo lograré, aunque tenga que dejar de lado a mis conquistas por un tiempo, esto lo vale, jamas he perdido una apuesta y esta no sera la primera ademas de que esta castaña no esta nada mal.

-yo quiero estar contigo Alondra - suavizo mi voz y me acerco a ella para tomar su rostro entre mis manos—tu me gustas mucho de verdad.- sus ojos azules me observan con atención como queriendo ver dentro de mi.-por ti estoy dispuesto a todo ¿quieres ser mi novia? - ella me sonrie y enreda sus manos en mi cabello.

-si Joseph quiero ser tu novia - sonrio orgulloso. Un paso mas cerca de mi meta. Pego nuestros labios en un beso lento que ella corresponde de igual manera, ahora debo actuar mejor, que nunca un solo error puede costarme la apuesta.

-Joshep - murmura abriendo sus ojos.- no quiero que me engañes, si tienes algo que contarme puedes decírmelo ahora - niego de inmediato y acarició sus mejillas.

-lo único que tienes que saber es que eres mi primera novia, una cosa mas que logras hacer Alondra Schajris - ella me sonrie con esa jodida hermosa sonrisa que tiene y me abraza con fuerza . —vamos es hora que todos sepan que estas conmigo - en especial Joel - pienso tomando su mano y apretando un poco.

-yo no soy un trofeo Joseph - me reclama enojada soltando mi mano con fuerza —no me vas a excibir como si fuera una apuesta ganada - solo escuchar esas dos palabras revuelven mi estómago. Si alondra se entera que es una apuesta seguro me rompe las pelotas, porque esta castaña es capas de hacerlo. -no eres un trofeo y mucho menos un apuesta - le digo tomando su mano de nuevo.- solo quiero que mis amigos sepan que La chica mas hermosa de esta escuela esta conmigo - ella cierra los ojos y respira profundo.

-esta bien Joseph, pero ... podrías cumplir un deseo que siempre he querido - afirmó sin dudarlo. —pídelo y lo tendrás - ella sonríe de un forma que parece más malvada que Angélical pero se que alondra no es una chica malvada.

-quiero que me pidas ser tu novia en medio de la cafetería, asi todas aquellas chicas sabrán que ahora estas conmigo - mis ojos de abren como platos y levanto una ceja.

-ni hablar alondra.

-dijiste que lo que fuera - dice haciendo un pucherito.

Pienso en mi respuesta. Necesito tenerla a mis pies, hacerle creer que por ella aria cualquier cosa y de paso me sirve para dejarle claro a Joel, Marcos y cualquier otro que Alondra ahora es mia.

-esta bien - terminó por aceptar con voz y ella sonrie orgullosa.
Juntos salimos de aquel salón y nos despedimos en el pasillo con un corto beso.
—nos vemos en la cafetería- susurro antes de irse.
Mi cara enojada desaparece de mi rostro y camino como lo que soy por esos pasillos.
Como un ganador.
Un ganador que esta a punto de lograr su siguiente apuesta porqué para Joseph no hay nada imposible.

Maldita Contradicción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora