Mundial

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Teddy no durmió nada la noche antes del viaje, había estado contando los días hasta que por fin llegó, a las siete de la mañana el timbre de la casa de los gritos comenzó a sonar.

-¿Quién demonios toca? -Tonks se cubría con una almohada la cara.

-Apuesto a que es Harry, va a despertar a los... -dos llantos se escuchaban inundando el silencio que reinaba la casa-. Olvídalo, ya pasó.

Pesadamente ambos se sentaron, los cabellos de Tonks se veían en todas direcciones mientras que Remus tenía las marcas de los dobleces de la almohada en la mejilla.

-Tú abre, si lo hago yo, soy capaz de cortarle el dedo.

Un portazo se escuchó, ambos padres reaccionaron de manera inmediata, al llegar a las escaleras del segundo nivel se podía ver que Teddy estaba en los brazos de Harry, un suspiro de alivio salió de los dos, Tonks se desvió a calmar a los gemelos y Remus bajó las escaleras acomodándose el cabello.

-Buenos días, Remus -Harry se mostraba muy ligeramente apenado-. Creo que desperté a todos aquí.

-Días -Remus notó que su hijo estaba vestido-. No creo que hayas despertado a Teddy.

-No pude dormir de la emoción, papá... ¡ES HOY! -Teddy corría hasta los brazos de su padre-. Buenos días, papá -añadió plantándole un beso en la mejilla.

-Buenos días, cochorro. Vamos a preparar el desayuno para cuando mamá baje con tus hermanos, ¿nos acompañas, Harry?

Los tres fueron a la cocina, Harry le dijo que se encargaría de todo, que mejor subiera a ayudar a Tonks, en el fondo Remus sabía que Harry lo hacía para que se dieran prisa. Entró a la gran habitación que compartían los gemelos y encontró a Tonks metida en una de las camas con barandales con los gemelos a cada lado de ella, se habían vuelto a dormir y sería un reto despertarla sin despertar también a Hope y a Alastor.

Al parecer Hope escuchó sus pensamientos, abrió sus grandes ojos grises y los poso en el licántropo, haciendo que cambien de inmediato al color miel de Remus, extendió los brazos con una amplia sonrisa y Remus la cargo.

-Papi -dijo rodeando con los brazos el cuello de Remus.

-Buenos días, corazón -Remus abrazaba de vuelta a su hija depositando un beso en su cabeza.

Cuidadosamente y sin ayuda de magia Hope estuvo lista en diez minutos, Remus iba a salir en dirección a la cocina cuando una pequeña voz lo llamaba, Alastor ya había despertado, depositó a Hope en su cama y repitió su rutina de baño y vestimenta, solo que tardo un poco más, porque Alastor no se quería vestir, después de unos cinco minutos más, Remus veía a sus hijos pulcramente vestidos y peinados. Cargo a cada uno en un brazo y bajo hasta la cocina.

-Treinta minutos, eso es velocidad -dijo Harry al escuchar los pasos de Remus.

-Me ha tomado solo eso cambiarlos a ellos -Remus ponía a sus hijos en sus respectivas sillas y con magia hacia aparecer dos vasos entrenadores con leche en ellos.

-El desayuno ya está listo -dijo Teddy mientras se acercaba a darles un beso a cada hermano.

Los gemelos cambiaron sus cabellos al azul eléctrico de Teddy.

Remus subió las escaleras de nuevo y vio que Tonks ya no estaba en la habitación de Hope y Alastor, siguió subiendo hasta entrar a su habitación frotándose los ojos y con la varita en los pantalones del pijama.

-¿Sabes cuántos accidentes han ocurrido de magos que se quedan sin partes nobles por traer la varita como tú? -Tonks sostenía su ropa y veía a Remus con una sonrisa en la cara-. Anota este día, me estoy convirtiendo en Ojo-loco.

Luna de colores: FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora