Dos meses atrás.
Emma estaba realmente cansada por esa gran jornada, por lo cual descansaba un poco en el sofá del apartamento de Ray y esperaba a que él terminará de cocinar, ella cerró los ojos, mientras intentaba quedarse dormida, y estaba a punto de lograr su cometido, cuando abrió los ojos un poco y se dio de cuenta que debajo de la mesa había una carta, ella estiró su mano mientras la alcanzaba, no pudo evitar leerla y quedó bastante sorprendida al verla, ya que era una carta de la "exnovia" de Ray, donde decía que ella le perdonaba por todo lo que él había hecho y estaba dispuesta a darle una segunda oportunidad.
Aunque la carta no tenía una fecha específica, ella sintió una gran decepción en su pecho. Reflexionó sobre ellos dos, ¿no era extraño?, prácticamente vivía en la casa de Ray, él siempre la lleva al trabajo, luego se iba a trabajar y cuando ella salía del trabajo, él la recogía, así que... ¿cuándo se veía con su novia?
Le daba miedo preguntar sobre ella, no quería saber absolutamente nada sobre la chica, preferiría no saberlo, así que jamás le preguntó a Ray sobre Anna, ni una sola palabra, solo recordaba que se llamaba Anna, porque el amigo de Ray la había nombrado.
[No dejes que diez años se desperdicien...]
Esa era la última frase de la carta, en ese momento se enteró que ellos dos habían estado juntos diez años, para que un noviazgo durará tanto, debían de haberse amado bastante, así que era ridículo pensar que Ray la escogería por encima de su novia de diez años. Emma apretó aquel papel con sus dedos, sintiendo una gran furia interna, en algún momento Ray se cansaría de tener sexo con ella y volvería con su novia, solo era cuestión de tiempo. Arrugó la carta bastante afectada y la tiró con fuerza, fue a parar en algún lugar detrás de los muebles, mientras ella trataba de controlar su enojo.
Emma había escogido ese camino, así que no se podía quejar ahora.
—Ya esta la cena— En ese instante oyó la voz del chico que traía los platos para ponerlos en la pequeña mesa y sentarse junto a ella.
—¡Que rico! — sonrió, con todas sus fuerzas, para no hacerle saber lo enojada que se encontraba.
Ambos empezaron a comer juntos, Emma tenía que admitir que aparte del sexo, lo que más disfrutaba de Ray, era como cocinaba, solo porque ese hombre le cocinará todos los días, estaría dispuesta a casarse con él.
—Delicioso — susurraba, mientras sentía que el enojo se le iba, Ray le miraba a los ojos, sonriéndole al saber que ella disfrutaba de lo que él le cocinaba.
Una vez que terminaron, decidió lavar los platos, mientras el chico se abrazaba a ella, esperando a que terminará de lavar los platos, cualquiera que los viera, pensarían que eran una pareja casada realmente enamorada, Ray paseaba sus manos por todos los rincones de su cuerpo, incluso se atrevía a meterlas debajo de su blusa para tocar sus senos con total libertad, a ella no le disgustaba en absoluto, pero le complicaba bastante la tarea de lavar todo los platos teniéndolo a él pegado a ella como un chicle.
—Uhm... Ray, para un poco —Pidió mientras se disponía a secar los platos y ponerlos en su sitio.
El chico los tomó y el seco rápido para continuar rápidamente lo que hacía anteriormente en la habitación.
Ella soltó un suspiró, mientras sentía el agarré en su mano, Ray la llevó hasta la habitación y la sentó en la cama.
—Emma — Ella lo vio ponerse serio — Tengo una petición — él sonrió un poco nervioso.
—¿Qué es? — Preguntó mientras sonreía y ladeaba su cabeza.
—¿Podemos grabarnos mientras lo hacemos? — Ella se quedó de estatua al escucharlo.
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Tú cambiaste mi mundo
FanficEmma sabía que ella solo era una aventura, que algún día él la iba a dejar, pero aún sabiendo que algún día tendría olvidarse de estar a su lado, ella seguía aferrada a esa ilusión. Por eso no se extraño cuando él desapareció sin decir adiós, pero...