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Otro dia mas.

El mismo sonido estridente del despertador y mi querido perro Sugar lamiéndome toda la cara me despiertan de mis pocas y preciadas horas de sueño. Son las nueve de la mañana y otro dia aburrido me espera. Me desperezo, me quito a Sugar de encima y salgo de mi cama dirigida hacia el baño. Me miro en el espejo y veo a la misma chica rubia, palida y delgaducha con cara de sueño de todas las mañanas. Me quito el pijama y entro a la ducha. ¿Habra alguna persona en este lugar llamado mundo que odie los lunes mas que yo? Alejo de mi mente todo pensamiento que pueda hacer que este lunes sea horrible. Al terminar de cantar varias canciones y lavarme el pelo salgo enrollada en mi toalla y abro mi armario para buscar algo que ponerme, no me complico y cojo unos vaqueros claros, una sudadera blanca y unas converse blancas también. Después de vestirme voy hacia la cocina, le sirvo un poco de agua y pienso a Sugar en su comedero y de la nevera saco una botella de zumo que ire tomando por el camino hacia la cafeteria en la que trabajo, cojo mi bolso y metro mis llaves, mi telefono, un poco de dinero y el villete de metro. Salgo de mi casa, conecto mis auriculares al telefono y empiezo a escuchar musica mientras admiro las pocas calles de Londres que veo antes de llegar al metro. Entro, y como siempre esta lleno de gente. Subo el volumen de mi musica y me sumerjo de lleno en mi mundo interior...Tengo 21 años, termine de estudiar hace poco mas de 3 tres meses y trabajo en una cafeteria llamada "Heaven" desde hace ya dos años... Trabajo alli desde las diez de la mañana hasta las doce, no es mucho tiempo, y tampoco es mucho dinero el que me oagan por eso desde las siete de la arde hasta las once trabajo en una tienda de musica y no, no soy de esas chicas que trabajan en una tienda de musica porque tienen una voz angelical y componen sus propias canciones, yo trabajo alli porque el padre de un amigo mio es el jefe y necesitaba personal. Cuando llego a mi parada salgo del vagon entre toda la gente y me dirijo hacia la salida que por suerte no esta muy lejs de la cafeteria. miro mi reloj y son las nueve y media, doy un trago a mi zumo y sigo caminando hasta que llego a la puerta y me encuentro con Ryan, uno de mis compañeros de trabajo y tambien un buen amigo.

-Hola Ana, ¿Que tal tu fin de semana?-Me pregunta sonriendo.

-Aburrido, como siempre...-digo mientras me dirijo al cuarto de empleados para dejar mi chaqueta y mi bolso- ¿Y tu, que tal tu fin de semana?

-Bueno, como siempre, Stephanie y yo fuimos al cine y después a comprarle ropa al bebe mientras se quedaba con mi madre... Por lo demas todo normal, limpiar bomitos, cambiar pañales y levantarte a las tres de la mañana porque el niño llora... Los bebes son muy adorables, y yo amo mucho a mi hijo pero te recomiendo que si alguna vez decides tener un hijo te compres una casa gigante para no oír los llantos del bebé mientras intentas descansar un poco-Dice sonriendo de nuevo y pasándose la mano por su pelo oscuro.

Ryan tiene una sonrisa que hace que aunque estés triste sonrías tu también, el empezó a ser el novio de mi mejor amiga Stephanie cuando estabamos en el instituto, siempre han sido la pareja mas adorable del mundo y la mas envidiada por todos, y hace dos meses nacio el pequeño Michael, un bebe con un don para bomitar encima de vestidos blancos preciosos. Es adorable, tiene los ojos azules de Ryan y el pelo pelirrojo de Stephanie, y espero que cuando tenga dientes su sonrisa sea como la de sus padres.

Salí del cuarto y fui hacia la caja registradora, mi sitio desde ahora hasta dentro de dos horas. Los demás camareros atendían las mesas mientras yo miraba por el gran ventanal que tenía a mi izquierda, de vez en cuando me traían la cuenta de alguna mesa... Pero por lo demás hoy era un día tranquilo.
A las once de la mañana he contado catorce parejas que han entrado por la puerta, ocho chicas que han entrado solas y 5 grupos de dos o tres chicos que han entrado solo para intentar coquetear con las camareras... En fin, miro por la ventana y veo pasar a la gente. Y es entonces cuando veo que Stephanie entra con el carrito de Michael y una sonrisa en la cara.

-Hola Ana ¿Que tal va tu día?-dice mientras me abraza

-Aburrido, como siempre pero bueno...-digo encogiéndome de hombros y miro el reloj de mi muñeca- En media hora podré salir de aquí para ir a...bueno la verdad es que no se a donde puedo ir, supongo que iré a dar un paseo, o a la librería y después volveré a casa.

-Bueno, ¿Donde esta Ryan?-pregunta

-Creo que esta en la cocina

-Gracias-dice yendo hacia la cocina con el carrito de Michael.

Cuando pasan la media hora y mi reloj marca las doce en punto salgo de la barra, cojo mis cosas y salgo de la cafetería.

UndergroundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora