Rollercoaster - LIBRO DOS || The Wanted Fanfic.

Rollercoaster [ GLAD YOU CAME SECUELA/The Wanted Fanfic]

GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE LEYERON "GLAD YOU CAME" Y CON USTEDES LES DEJO LA SEGUNDA PARTE! LOS QUIERO MUCHO.

Ya había pasado un mes desde que había regresado a mi casa en la agitada ciudad de New York, mis padres fueron a recibirme al aeropuerto junto con Troy quien estaba acompañado por una chica, que más tarde me presentó como su novia, Ashley. Era una chica un poco más alta que yo, su rubio cabello caía hasta su cintura y tenía unos grandes ojos azules, ahora entendía porque mi hermano estaba locamente enamorado de ella, el viaje de regreso a casa no paraba de mirarla embobado.

Ver como se miraban, hablaban se brindaban caricias me hizo extrañar a Nathan, mire por la ventana hasta que mi papá me hablo, sacándome de mis pensamientos.

-¿Cómo están todos por allá? – preguntó mi padre, mirándome por el espejo retrovisor –

-Bien – respondí sin dejar de mirar el paisaje, la gente corriendo, el ruido de los autos. Ya comenzaba a odiar New York.

Llegamos a la casa luego de un inmenso tráfico de cinco minutos, mi hermano ayudó a bajar las maletas y a llevarlas a mi cuarto.

-¿Qué te sucede? – me preguntó al verme tan deprimida –

-Nada – comencé a sobar un brazo, mientras mi vista recorría la aburrida habitación se notaba que nadie la había tocado desde que yo la había dejado. – Sólo que verte tan enamorado de Ashley, me hace extrañar a Nath – le sonreí – diles a papá y mamá que no bajaré, voy a dormir –

-Que descanses – me dio un tierno beso en la frente y se retiró de mi cuarto –

Me acosté debajo de las colchas de mi cama, y traté de conciliar el sueño, después de muchas vueltas por fin llegó y mis ojos se cerraron lentamente.

Los rayos del sol que se filtraban por la cortina me despertaron, había dormido un día completo no me sorprendí, ya que todavía me sentía cansada.

Tomé mi iphone y me di cuenta que tenía más de diez llamadas perdidas de Nath junto con algunos mensajes, marqué su número, espere que contestará, lo hizo a los minutos.

-¡Al fin me llamas! – Exclamó, sonando aliviado – Pensé que se había caído el avión –

-Lo siento, es que llegue y me acosté inmediatamente. Odio esta ciudad – le respondí riendo –

-Te extrañamos, aunque más yo – su voz sonaba dulce detrás del celular –

-No me digas esas cosas, me harás llorar – lo regañé un nudo se formo en mi garganta, eran ganas de llorar–

-Ok, lo siento. – reí junto con él –

Nos quedamos conversando hasta que mi estomago rugió, avisando que necesitaba comer algo me despedí de Nath y baje a la cocina.

Mi hermano se encontraba en la mesa principal de la casa rodeado de libros,  estudiando. Estaba en su segundo año de Medicina, como era de esperarse era el orgullo de la familia y el primero en su clase. La casa tenía un rico olor a café recién hecho.

-En la cocina hay café, Mamá fue hacer las compras al supermercado y Papá en el trabajo, como siempre – me sonrió, para luego volver a hundirse en sus libros –

Fui a buscar una taza de café al regresar a sentarme frente a mi hermano, tomé un sorbo mientras lo miraba como leía sus apuntes.

-Quiero entrar a la Universidad – le dije, mis manos rodearon la taza que estaba lo suficientemente caliente como para no quemarme –