Clay y Justin llevan viviendo juntos como compañeros de cuarto desde hace ya varios años, los suficientes como para contarse absolutamente todo. Sin embargo, una tarde, a Clay le llega un extraño rumor sobre Justin y tendrá que confrontarlo. Se anda...
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─¿Cuál es el problema?─ Justin me preguntó después de un rato. La pregunta era comprensible, ya que había estado sentado en el sofá frente a él sentado en la silla y mirándolo fijamente. Tratando de comprender a este hombre y no entrar en pánico
Crecí con él, y ahora estábamos en la universidad y éramos compañeros de cuarto en nuestro primer apartamento que habíamos pagado con el dinero que él hacía en la tienda de yogurt y yo elaborando ensayos, así que estábamos frente al mundo, juntos.
Y ahora... ¡no lo conocía!
─Es ...─ me tambaleé. ─No es nada. Olvídalo
─¡Hey, vamos, Clay, háblame! ¡Algo te está comiendo el alma desde hace un día. Ayer llegaste, ni siquiera me saludas te o comiste. Y vi la mirada que me diste. Como con odio. Somos como hermanos, vamos. ¿Pasó algo? ¿Hice algo? Dime─ La cara silenciosa y linda (no guapa, pero linda) era la misma de siempre, cabello castaño claro en su mayoría peinado pero ligeramente torcido, sus ojos iguales de un color azul pálido como si hubieran perdido el color verde, la piel suave y lisa ya que en su rostro que nunca había florecido el acné, piel como terciopelo beige y tierna...
Había crecido con la misma cara desde hace ya varios años y parecía no madurar, de hecho, se veía muy bien, y ahora que estaba en sus primeros veinte años como yo, él era parte tan importante de mi vida que... que yo no sabría lo que haría sin él.
Tenía que lidiar con esto, tenía que hacerlo. ─Es... es nuestro nuevo vecino abajo, Jake, el tipo que vende pizzas, a la última puerta del pasillo─ dije.
Justin asintió con la cabeza. ─¿Qué pasa con él?
─Él... me dijo que te había visto antes.
Justin no parpadeó ante eso. ─¿Y?
─Te vio en un bar gay─ Fui directo a lo que no quería decir ─Dijo que te había visto allí varias veces.
─Bueno, él está equivocado─ Dijo Justin. ─Nunca he estado en un bar gay antes en mi vida.
─Jura que fuiste tú a quien vio allí. Dijo que incluso le insinuarte una mamada hace unos tres meses.
─Nunca he hecho algo como tal. ¡Ni siquiera siendo gay!─ Justin gruñó ─¡Ese tipo es un maldito mentiroso! Dios, Clay, me conoces desde hace cuatro años. Si yo fuera gay, ¿no crees que ya lo sabrías?
─¡No lo sé!─ Admití mirándole con cierta vergüenza ahora ─Quiero decir, sí, debería saberlo, pero tal vez ¡No!
─Mierda, Clay, ¡es bastante fácil descubrir si alguien es gay!─ Justin se levantó y se acercó, se sentó a mi lado en el sofá. ─Si fuera gay, estaría sentado aquí contigo, ¿no?
─No lo sé.
─Si fuera gay, también te haría esto, ¿no?─ Justin puso su otra mano en mi muslo interno, mientras el brazo más cercano rodeaba mi espalda.
─Sí, yo supongo que sí.
─Después de todo, eres un sabroso bocado masculino que se preocupa por todos, que se preocupa siempre por mantener el bigote limpio y por cambiarse de bóxer a diario, que trata de no ensuciar las sabanas corriéndose en su propio calcetín y que ayuda a los perritos de la calle─ Justin dijo y tuve que sonreír ante eso.
─Las chicas no lo creen así─. Dije tristemente.
─Pero tú eres increíble hombre, deja de creer lo que ese imbécil dijo de mi....─ Justin insistió. ─Y si fuera gay, después de haberte hecho esto, y ver que no te alejaste, haría esto─ Y su mano subió por mi muslo interno y ahuecó mi entrepierna a través de mis pantalones deportivos. ─Hey, no estás usando ropa interior, ¿No?
─Uh─uh─ Acepté, conteniendo el aliento. Recordé que habían pasado unos dos años desde la última vez que tuve relaciones sexuales y esa vez fue, digamos que, es el momento menos romántico que he tenido. Tener una mano en mi entrepierna, incluso la de Justin, se sentía tan bien.
─Si yo fuera gay, no me resistiría a tu olor─ dijo antes de tomar mi brazo y poner su nariz sobre mi camiseta en la parte de las axilas aspirando tanto por la boca y por la nariz...
─Mierda, Justin.
─Entonces, si fuera gay, y sintiera tu polla libre de ropa interior y poniéndose caliente y dura dentro de tus pantalones, la agarraría bien y la sostendría así...─ Justin cerró su mano alrededor de mi polla y se hinchó poniéndose completamente dura bajo ese toque tan masculino y fraternal.
─¡Oh Dios!─ Gruñí.
─Y si fuera gay...─, continuó Justin, con su voz más suave ahora y su respirar más rápido y más audible, haciéndome notar el comienzo de un jadeo apasionado, ─Probablemente haría esto─. Y él soltó mi erección por encima y llevó sus manos por debajo de mis pantalones de chándal y luego agarrarme de verdad, carne a carne. Su mano suave y tibia con mi polla rosada y caliente ─¡Sí, lo haría así!
─¡Jesús, Justin!─ Yo gemí tratando de retener el gemido y ansioso de lo que estaba ocurriendo ─Mierda, hombre, ¡eso se siente tan jodidamente bien!
─Sí, lo haría de esta manera ¿no?- dijo mirándome mientras acariciaba mi pene suave por dentro. Mis labios se separaron en un lastimero gemido y él volvió a hablar -Si un hombre te agarra la polla podrías saber si es gay o no, otra cosa que deberías saber es que no importa si es un hombre o una mujer, cuando ponte manos a la obra, y establece contacto humano y tu cuerpo no ha follado desde hace mucho ¡cuidado! ─Justin respiró.─ El sexo es sexo, no importa con quien lo hagas, al final del día todos somos carne, sangre y huesos. Pero ahora que está aquí conmigo, ¡estás más que listo para que te demuestre que no soy gay!
─¡Sí, Justin, sí!─ Gruñí cuando él comenzó a bombear mi caña con fuerza y de pronto su mano se sentía húmeda por mi presemen. ─Dios, tu mano se siente tan cálida, Jesús, no creo que lo estés haciendo.
