-+Cuantos años tenés vos?
-14, por?
+Pareces mucho más grande.
-En serio?
+Si, como de 15.
(Como si la diferencia fuera muchísima)
+ Bueno, pero sos chiquita.
(Habló el adulto, titanosaurio rex prehistorico, de 200 años mínimo)
-No soy chiquita, solo soy muy joven.
Le respondí. Con un notable tono sarcástico acompañado de una sonrisa exagerada. Quería parecer, hacerme y darle a entender que yo era mas inteligente de lo que parecía. El tipo me gustaba y quería impresionarlo.
Claro que eso no funciono, gracias a que a alguien se le ocurrió poner un pozo en frente mio.
Quedar en ridículo nunca fue tan vergonzoso. Sobre todo cuando me tuvo que levantar como a una nena chiquita y yo empeze a llorar porque se me dobló el tobillo.
Chris me cargo en sus imponentes brazos de macho pecho peludo depilado y me llevo hasta donde estaba mi entrenador.
- Son como padre e hija.
Escuche a uno de mis buenos compañeros decir, con un perfecto tono de burla.
Pero creó que la mejor parte fue cuando Chris me soltó y añadió un cariñoso comentario:
-Estas bien pesadita, querida.
Nos hizo reír a todos. Muchas gracias Chris, muchas gracias.
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