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Estar en la casa de Handong después de lo sucedido la última vez era un poco extraño, Sua llegó a pensar que jamás volvería.

—Entonces ¿intercambio de cuerpos?

Sua y Siyeon estaban sentadas justo al frente de Handong, mientras ella las miraba intrigada.

—¿De qué estás hablando?—ambas fingieron no entender.

—En serio, quiero ayudar—suspiro—pero si no me explican bien la situación no podré hacerlo.

Ninguna de las dos contestó y Handong comenzaba a impacientarse.

—Así está la cosa, llevó un tiempo buscando un amuleto, se suponía que en mi viaje a China lo encontraría, pero no fue así. Mis padres trabajan con antigüedades, eso ya lo sabes tú Sua—dirigió su mirada hacia el cuerpo de Siyeon levantando una ceja, era evidente que Handong sabía—pero mi abuela me hizo prometerle que encontraría este amuleto antes que mis padres, y resulta que hace poco mis investigaciones me llevaron a una pequeña tienda de antigüedades "Las rutas del destino".

Sua abrió la boca por la sorpresa de volver a escuchar ese nombre, ¡claro! ahí fue donde compró lo que se suponía sería el regalo de Handong.

—Es irónico ¿no?—Handong fingió una risa—el objeto que he estado buscando por mucho tiempo vino sólo hacia mí pero yo lo terminé apartando.

Un silencio volvió a inundar la sala dónde se encontraban.

—¿Sabes como arreglar esto?—está vez fue Siyeon quien habló.

—En este momento no, pero podría averiguarlo. Sólo necesito saber con exactitud lo que pasó y necesito el amuleto.

—¿Qué ganas con esto?

—Como dije mi abuela me lo pidió y le prometí que lo encontraría, fue su último deseo antes de morir—un tono de nostalgia y un poco de tristeza acompañaron las últimas palabras.

—Entiendo lo del amuleto pero ¿cómo descubriste lo del intercambio de cuerpo?

—Digamos que Siyeon me lo contó todo en la fiesta cuando estaba borracha, y en tu cuerpo, como hoy.

Sua miró de reojo a Siyeon, mientras ella trataba de ignorar cualquier tipo de culpa.

—Mi abuela me contó la historia del amuleto, una bruja lo utilizó para realizar un intercambio de cuerpo con una princesa que se enamoró de su caballero pero que estaba obligada a casarse con el rey. Las cosas no salieron bien y el rey se enteró, mató a la princesa que seguía en el cuerpo de la bruja y al caballero también. La bruja quedó atrapada en el cuerpo de la princesa y decidió vengarse, envenenando al rey. Al final la bruja trató de vivir en paz y maldijo al amuleto.

Sua y Siyeon escucharon atentamente toda la historia, sin poder creer lo que estaban escuchando.

—¿Entonces estamos bajo el efecto de una maldición?

—Al parecer, si les soy sincera yo no creía en esas cosas, pero ya ven.

—No tiene sentido, nosotras ni siquiera queríamos que esto pasara.

—Tal vez sea el destino—Handong les dedicó una pequeña sonrisa—o el karma—está vez se dirigía a Sua.

—Handong yo...

—Ahora no Sua, ahora no.

—Entonces ¿cuándo empezamos?—está vez Siyeon interrumpió.

—Necesito el amuleto, llevenlo mañana a la escuela, ambas partes. Mi abuela tenía un libro dijo que me sería de ayuda si llegaba a encontrarlo, lo buscaré y trataré de encontrar la solución para este lío.

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