Mi esposo, mi amante y mi puta YAOI [Terminada/ ANTI ROMÁNTICO]

Beso del arcoíris (Beso blanco)

Oh, Dios mío, lamento de todo corazón haberte ofendido
Oh, my God, I am heartily sorry for having offended Thee

Y detesto todos mis pecados
And I detest all my sins

Porque temo la pérdida del cielo y los dolores del infierno
Because I dread the loss of heaven, and the pains of hell

Pero sobre todo porque te amo,
But most of all because I love Thee,

Y quiero tanto ser bueno
And I want so badly to be good

☆ Madonna: Girls gone wild

Capítulo dedicado a JessicaMartinezAguil .

Crucé las puertas metálicas del elevador y rápidamente busqué a Madara. Como no conocía aquel lugar lujosamente amueblado con maravillosa vista hacia los edificios de la grande cuidad en donde vivimos, me encontraba como un niño curioso por ver cada cosa de aquel moderno Luxury Penthouse. Los lujos que mis ojos observaban detalladamente, inspiraron que algún día obtener algo así, con mi esfuerzo y mis conocimientos, y como había dicho el hombre que buscaba, tenía que echarle ganas a mi puesto y no involucrar mi vida personal en ello, si quería ser exitoso en un futuro. Me concentré en todos los consejos que ese hombre inculca en mi cabeza que no me percaté que lo tenía frente a mí, sentado en una esquina del ventanal que abarca casi toda la pared, ahí se encontraba Madara sobre un cojín, observando a través del ventanal, con la pierna derecha sobre la otra y el codo de su brazo derecho en el muslo sosteniendo con la mano el antebrazo izquierdo y este sostiene la parte alta del pie que está sobre la pierna izquierda. Milagrosamente no llevaba esos guantes negros en sus manos, lucía pensativo, que hasta creí que no se percató de mi presencia hasta que dijo en su tono de voz firme y gruesa:

-Eres más puntuable que Obito, él siempre da excusas que ayudó a una señora a pasar la calle y que por ello llegó tardé.

Se mantuvo en aquel estado, viendo a través del ventanal, esperando mi respuesta.

-La puntualidad dice mucho de una persona. -Me fui aproximando conforme buscaba dentro de una carpeta los documentos que necesitábamos firmados para el día de mañana. Y en cuanto levanté la cabeza para verle, él me veía detalladamente de pies a cabeza. Supuse que le había incomodado mi forma de vestir, pues no me había dado el tiempo necesario para vestirme más formal a como iba, Escorpión, le hizo un desastre a Sasori, y yo como todo buen amigo, levanté las porquerías de su perro, eso me quitó mucho tiempo, muy a penas me bañe y me cambié rápidamente con unos vaqueros ajustado -no tanto- y una camisa de vestir no tan elegante como las que uso para trabajar, un cinturón del mismo color que los zapatos de vestir: chocolate, y estúpidamente olvidé mis lentes, de milagro pude pasarme el peine por mi cabello, pero no lo ate.

-Pásame los documentos -dijo, volviendo hacia el ventanal. Una vez más supuse que se había molestado por mi apariencia desaliñada. Madara era un hombre difícil de tratar, no se sabía que podía disgustar su personalidad peculiar.

Me acerqué cautelosamente y estreche mi brazo con los documentos en mano, él volvió a mí y dijo:

-¿Tu marido te espera en casa? -me vio a la cara cuando preguntó eso.

-No. Estamos preparados -se me salió de la boca instantáneamente.

-Entonces deberías prepararnos unos tragos, creo que ambos tenemos los mismos problemas.

Era la primera vez desde hace un mes, que mencionaba tener problemas personales. Me sorprendió la confianza que comenzaba a manifestar. Tomó los documentos y antes de retirarme miré que sacó un bolígrafo llamativo, pues era de oro, cosas así son comunes en los magnates.