【Chapter Fourteen】

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—Sí, ya voy, ya te oí.— La chica gritó al otro lado de la puerta mientras terminaba de vestirse, después abrió la puerta y vio a Steve parado en el pasillo.

— John esta abajo esperándote, no me habías dicho que pasaría por ti para ir a almorzar.

—Lo sé, lo siento, me avisó ayer por la noche y lo olvidé. No sé dónde tengo la cabeza últimamente. —Dijo tomando una chaqueta y sacudió su cabello.— Llegaré más tarde ¿okay? Te quiero. —Le dijo bajando las escaleras y vio a John recargado en la puerta.— ¿Nos vamos? —Preguntó tomándolo de la mano y salieron de la casa, cerró la puerta tras de ella y suspiró hondo.

—¿Estás bien? Luces agitada.

—Sí, estoy bien, es solo que las duchas con agua fría no me sientan muy bien.

—De acuerdo, si tú lo dices. —Tomó su mano y caminaron hasta el auto, volteó discretamente hacia donde estaba el auto de Alex y ya no se encontraba ahí; una vez dentro, el joven comenzó a conducir mientras ella veía por la ventana.— ¿Y cómo te fue ayer?

—¿Eh? Oh, bastante bien, fuimos a una feria a una hora de aquí.

—¿A qué hora volviste?

—Temprano, no recuerdo la hora, pero fue temprano.

—¿No hiciste nada malo?

—Me porté bien, John, deja el interrogatorio.

El chico, no muy convencido, aceptó y no preguntó nada más. Ella sólo esperaba que en verdad Alex hubiera salido sin ser visto por nadie y no tener problemas al volver a casa. Steve se iría al día siguiente y se sentía un poco mal por no estar pasando el día con él, pero también extrañaba pasar tiempo con John.

Luego de un rato conduciendo, llegaron a un jardín que también era restaurante, se sentía muy fuera de lugar porque la mayoría de las personas iban vestidas un poco formales y ella llevaba un pantalón suelto con suéter y tenis. Bajaron del auto y caminaron desde el estacionamiento hasta la entrada del restaurante.

—¿Por qué no me dijiste que debía vestirme con otra cosa? La gente me mira raro.— Le dijo jalando las mangas de su jersey y atorándolas entre sus puños.

—No, así estás linda, no creí que fuera necesario pedirte que te vistieras diferente, yo también vine vestido como siempre. —Se acercó un mesero a la entrada.— Hice una reservación para dos a las 11:00, a nombre de Jonathan Wick.

—Por aquí, por favor. —Dijo el otro chico y caminaron por entre las mesas.

—John, el 70% del tiempo llevas puesto pantalón de vestir y saco o alguna otra chaqueta que te hace parecer un señor. —Le dijo mientras miraba a las personas comer y cómo la miraban discretamente horrorizados.

—No es mi culpa vestir bien casi siempre.

—¿Me estás diciendo que visto mal? —Dijo divertida y lo miré. El camarero les señaló una mesa y se sentaron, les dejó las cartas y aunció que vendría en un momento a tomarles la orden.

—No creo que vistas mal, es sólo que eliges atuendos como de una niña.

—Tengo dieciocho, no esperarás que me vista como una señora ¿cierto?

—No, sólo estoy diciendo que por ese motivo tal vez te veas más infantil.

—¿Preferirías que me vistiera diferente?

—Por lo general no, pero hoy iremos a comprar algo de ropa.

—¿Algún motivo en especial?

S A F E || John WickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora