El grito que solté hizo que todos en la tienda se giraran a verme, es que no podía creerlo. Di varios saltitos sobre mis talones, y comencé a girar abriendo mis brazos, golpeando seguramente a las personas que estaban cerca con mis manos pero es que nada me importaba. ¡Acababa de aprobar el examen de ingreso a la universidad!
Levanté el puño en señal de victoria antes de salir corriendo del lugar, tirité en cuanto una oleada de viento azotó mi cuerpo. Pero ni siquiera eso logró acabar con mi emoción, debía correr a contárselo a mamá. De seguro se ponía muy contenta.
Estaba nevando un montón. Y la nieve parecía no dar tregua a los autos que pasaban por el lugar, realmente tenía mucha suerte en que todo estuviera cerca de casa.
Sacudí mi cabeza. Me estaba distrayendo con cosas bastante tontas.
Una nueva sonrisa se dibujó en mi rostro, agarré el paraguas que había dejado junto a los demás y apenas alcancé a abrirlo para cuando ya me encontraba corriendo (otra vez) en dirección a mi casa con la nieve crujiendo bajo mis pies, miré la luna por un instante y le dediqué mi éxito. Todos los días le rezaba, sobretodo cuando estaba así de llena y brillante, parecía felicitarme por mi hazaña.
Para cuando llegué a casa, saqué las llaves de mi bolsillo. Se me cayeron un par de veces, algo que me hizo gruñir con disgusto pero que no logró acabar con la felicidad que me envolvía en ese momento como un manto cálido en aquella helada. Finalmente la puerta se abrió dejando ver a mi hermano, Donghwa y justo por detrás a Miyeon, su esposa. Hice una leve reverencia hacia ésta última a lo que ella respondió con una sonrisa bastante dulce. Me caía bien.
—Por Dios, tienes la nariz roja. ¿Estás bien? Estábamos a punto de ir a buscarte —instintivamente me la toqué esperando sentir lo fría que quizá estaba pero mis guantes de lana me lo impidieron. Reí negando con mi cabeza y me abalancé sobre él.
Estuvimos a punto de caer pero él logró estabilizarse haciendo su pie hacia atrás. Lo escuché reír de la misma forma aunque era más de confusión por mi repentina efusividad.
—¡Aprobé! —exclamé separándolo de mi cuerpo para tomarlo de los hombros, lo sacudí un poco. Su sonrisa decayó y sus cejas se levantaron transformando su expresión a una de sorpresa, abrió y cerró su boca varias veces, no me iba a esperar hasta que reaccionara por completo.
Lo solté y corrí hasta dónde suponía estaba mamá, en la cocina. Me detuve a raya cuando antes de entrar a ésta, pude notar a papá mirándome. Me acerqué hasta el mueble dónde estaba su foto y le di un beso a su imagen para después pegarla a mi pecho. Sabía que él me miraba desde donde sea que estuviera, y que seguro estaba muy orgulloso de mí.
El olor a curri hizo que mi estómago rugiera recordándome lo que estaba a punto de hacer. Volví a dejar el retrato en su lugar y me acerqué hasta mamá. La abracé por la espalda haciendo que diera un brinco por el susto, se relajó cuando supo que era yo. La vi limpiarse las manos con el delantal, se dió la vuelta y arrugó su entrecejo.
—No te has quitado los zapatos, Donghae. Has dejado la casa llena de nieve, vas a ser tú quien limpie todo.
—¡Mamá, estoy dentro! —al principio ella me miró como a un bicho raro, segundos después en los que aprecio procesar la información que le había dado, sus ojos brillaron y sus manos fueron a dar a su boca reprimiendo seguramente un gritito de alegría.
Me dejé hacer entre sus brazos cuando éstos me rodearon con fuerza. La escuché sollozar, indicándome que se había puesto a llorar. Escuché los pasos de mi hermano y cuñada entrando a la cocina, no tardaron en unirse al abrazo.
Éramos una familia bastante pequeña pero muy ruidosa, desde que tengo memoria siempre he sido yo el más alocado a comparación de mi hermano. Gritando, cantando, jugando con la pelota dentro de la casa y rompiendo los floreros de mamá por desobedecer a sus constantes advertencias. Actualmente, era un hombre de veinte años con un montón de metas por alcanzar, entre las cuales estaba graduarme y probablemente casarme con alguna chica bonita que conociera en Seúl.
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❛Akai Ito❜ 「 EunHae 」
Fanfiction"Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias" Donghae cree en el destino, en el amor verdadero y en el poder de la luna para hacer todos sus sueños realidad, con sus deseo...