xvi. why don't you love us?

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1975 ― Vacaciones de Verano

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1975 ― Vacaciones de Verano


Las manos y piernas de Selene temblaban mientras miraba el techo y caminaba por todo el comedor sin parar, sentía como si fuese a vomitar todo su almuerzo. Había estado así de nerviosa incontables veces en su vida, en eventos familiares o cuando estaba a punto de contarle a Orión y Walburga sobre un error que había cometido, pero ese día se sintió como el primero. De lo único que estaba segura era de que había tomado la decisión correcta.

Cuando Sirius estaba nervioso, él fingía que no era así. Un poco como esa mecánica de autodefensa donde la persona se imagina que lo demás en la habitación están desnudos, pero en cambio, él pensaba que él era el más guapo. Actuaba como un día normal.

Y cuando Regulus estaba nervioso, le costaba formular oraciones correctamente. Es por ello por lo que apenas se entendió de lo que hablaba unas noches antes. La sorpresa no era para otra persona, era para Selene. Y en realidad no era una sorpresa, sino una oportunidad, algo que debían discutir.

Había surgido como una conversación que tenían los dos dueños de casa sobre cuán difícil sería la vida de los hermanos Black una vez volviesen a Hogwarts, pues en caso de que algo malo sucediera, como por ejemplo un accidente que los llevara a enfermería, Albus Dumbledore tendría que escribirles a sus tutores legales. Eso no terminaría bien.

En resumen, Euphemia y Fleamont habían hablado y decidieron que querían adoptarlos, aunque solo si los menores querían, obviamente. Pero era mucho más complicado que solo eso.

Tenían dos propuestas, ambas siendo difíciles en distintos aspectos.

La primera consistía en denunciar el caso a Servicios Sociales Mágicos (SSM), eso provocaría que se abriera una investigación sobre todos los integrantes de la noble familia Black, incluyendo a sus primas, y por lo tanto llevarían a los tres niños al orfanato. Terminando el caso a su favor o no, los Potter los adoptarían, pero eso llevaría un tiempo.

No muy bueno, pero tampoco tan mal ¿no?

La segunda era más corta, pero podría ser la que más afectase a los niños. Tendrían que contactar con Orión y Walburga, tener una conversación con ellos en alguna de las dos casas y convencerles de firmar todo lo que se les pida y terminar con el papeleo. Si todo salía bien ellos serían felices y estarían legalmente libres de ellos, pero no podían asegurarse con la terquedad de la mujer. Se esperaban cualquier cosa de ella.

El corazón de ellos se detuvo antes de siquiera escuchar sus opciones. Ellos los querían, querían que fueran sus hijos. Y nada más sonaba más hermoso que eso.

𝚂𝙲𝙰𝚁𝚂 ― james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora