- Elisa, ven rápido, que el señor estará aquí dentro de nada, y aún queda preparar la mesa. Me llamó María, mi nana, la que me había criado como si fuera mi madre.
- Ya voy. Dije cansada de siempre la misma situación, por muy bien que tuviera las cosas, mi tío hallaría la manera de encontrar la falla en ello. Nunca me cuido ni trato bien desde que tengo memoria.Puse la mesa y prepare la cena. Escuché el sonido de un carruaje. Supuse que era mi tío que se acercaba.
Como siempre, le puse su plato, el siempre comía solo. Nunca comí con el, siempre fui una criada más para el, nunca me trató como parte de su familia, era peor que una extraña para el, sentía que me odiaba con todo su ser y que solo estaba bajo su techo gracias a la cuantiosa fortuna que mi padre me había dejado, pero que por ser mujer no podía obtenerla hasta que me casará. Eran las leyes de mi país. Mi tío al ser el único barón que me quedaba de familiar, lo hicieron titular de mi fortuna hasta que me casará.
Escuché golpear la puerta y el mayordomo fue a abrirla. Me puse recta al lado de la puerta, por si se le ofrecía algo más y lo vi de buen humor con una sonrisa en su cara, algo extraño en el, lo que me produjo un escalofrío en todo el cuerpo, no era algo bueno para mí, eso seguro.- Hola Elisa, he estado pensando que ya es hora de buscarte un marido y que te cases, tengo unos cuantos amigos que pueden venir bien para tal fin, así que vete haciéndote a la idea.
Puse mala cara al instante, era difícil de ocultar que no me gustaba para nada esa idea, la mayoría de los amigos de mi tío tenían su edad o eran más mayores, me queria casar con un viejo.
- No quiero casarme tío. Le contesté.
- Aquí el que manda soy yo y te casaras con la persona que yo eliga y no tienes nada que replicar.
-Pero no quiero casarme de verdad prefiero seguir siendo su sirvienta. Y era cierto mil veces maltratada por mi tío o muerta antes que casada con alguno de sus amigos, unos viejos verdes a mi parecer. Entonces mi tío enfadado me dijo que no le importaba, que me casaría y punto y que le sirviera la comida.
Yo con esa excusa corrí a la cocina y le conté lo ocurrido a mí nana que también se puso las manos en la cabeza.
- Mi niña pobrecita, pero no puedes hacer nada, estaré contigo en todo momento.
Y yo le dije. - Nana de verdad que no quiero casarme con un vejestorio. Y me puse a llorar triste abrazando a mí nana María.
- Vamos niña, yo le serviré la comida al señor, ve a descansar. Si pregunta por ti, le diré que estás indispuesta.
-Gracias nana. Le di un beso y me fui a mi habitación.
Pasarón días y mi tío seguía con la misma idea y yo no sabía qué hacer para quitarle la idea de la cabeza. El decía que ganaría mucho dinero a mi costa vendiendome al mejor postor. Incluso parecía de mejor humor y me dejaba tiempo libre,según el, para que me organizara. Yo buscaba alguna manera de librarme o ver si podía escaparme de la situación en la que quería meterme el, pero no encontraba ninguna.POST Enrique tío de Elisa.
Estaba de buen humor estos días, por fin me libraría de mi sobrina, ella solo era una carga para mí. Me pagarían por ello, pensé con una sonrisa en mi cara, solo tenía que encontrar al candidato perfecto para ello. Sentado en mi despacho viendo la correspondencia encontré una carta enviada por el gobierno, de una reunión a la que tendría que asistir como parte de la aristocracia de Anger, yo era un señor importante con título, heredado por mis antepasados, que fueron brujos en su momento, y no podía permitir, que esa tal Elisa, empañara mi buen nombre con sus antecedentes familiares. Su elección de marido para ella era la mejor, la metería en cintura y yo me limpiaria las manos. Pensó riéndose de sus pensamientos, contento y feliz.
Mañana era la reunión con el rey y los demás de la alta sociedad, pensé leyendo la carta, suerte que la había leído a tiempo, tenía demasiada correspondencia últimamente, de facturas que solía ignorar. Era una buena ocasión para observar y elegir un buen marido para su insulsa sobrina, pensó Enrique.
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La Magia Perdida
AdventureUn príncipe, que ya tiene un destino fijado y odiado, pero no puede evitarlo, aunque lo desee. Una joven que vive con su tío, durante algunos años a su servicio, siendo su sirvienta, desde que sus padres fallecieron. Hubo hace años una guerra, la gu...