Nunca debí irme con él ese día. Debí cuestionarme un poco más y pensar en la estupidez que he hecho ahora. Debí levantar una gran muralla entre él y yo, pero no pude.
Y sobre todo, no debí hacer caso en cuanto a los sentimientos, solo tenía que ignorarlos. Ahora vivo con la incertidumbre de lo que podría pasar ahora, su cara debe de estar rondando en el mundo entero con la descripción de el narco más buscado.
Y no es para menos, es un criminal.
Necesito llamar a Thierry y saber quenfue lo que pasó, eso lo debía de pasar hoy, ¿qué pasó?
Me quedo sentada en la cama pensando cuando escucho la cerradura de la puerta que se abre en cuestión de segundos. Quien entre por la es Alec, en sus manos trae una bandeja con un plato el cual no puedo ver que tiene adentro.
Siento como mi estómago como quema, y todo por tener hambre.
- Te traje esto.
Lo deja en la cama, y me dan unas ganas de tirarlo pero si quiero salir de aquí necesito comer algo porque hasta mareada me siento. Ni siquiera pienso bien lo que hago cuando me levanto y y me acerco a él.
- Alec...
- No puedo.
No era de esperarse que se adelantara a lo que diría, ni tampoco que se negara. Nadie estaba dispuesto a correr un pequeño riesgo de sacarme de aquí.
- No te pido que me saques de aquí, Alec. Déjame hacer una llamada, un minuto por favor...
Su ceño se frunció, comenzó a alejarse de mi y a negar con la cabeza.
- No. Solo vine a traerte eso y a llevarte con Henry...
- Alec..., por favor no.
- Cassandra, no creo que tus amigos te contesten -esas palabras son alfileres en todo mi cuerpo y lo peor viene a mi mente de solo pensar en lo que Henry podría hacer-. Si no vas comer, vamos.
Antes de poder articular palabra, Alec me agarra del brazo y camina rápidamente. No tengo de otra más que seguirle el paso, en lo único que pensaba eran en sus palabras.
¿Le habrán hecho daño? ¿Qué tan estúpida he sido?
Sin darme cuenta, llegamos a una puerta la cual Alec abre y me hace entrar. Lo primero que veo son a dos personas con sus cabezas cubrida con una capucha negra.
- Acércate, Cassie.
Me paralizo al escuchar la voz tranquila de Henry, me causa rabia y temor. Al ver que no me muevo, él camina cojeando hasta mi con pasos lentos. Yo retrocedo dos.
- No. Aléjate de mi.
- ¿Cass? -la voz fue rasposa pero aún así pude reconocerla, ¿cómo no lo haría?
- ¿Thierry...?
Ya se quien es, ¿pero porqué está aquí? Sin pensarlo dos veces, trato de llegar a él pero Henry me detiene mientras un hombre va hacia Thierry para taparle la boca.
- ¡¿Qué estás haciendo?! Déjalo ir...
- Si es lo que quieres, está bien -hizo que lo mirara a los ojos, y nunca, nunca en mi vida había visto una mirada tan vacía en alguien-, ahora te diré como lo haremos.
Me hace dar el frente hacia Thierry quien permanece con la capucha puesta, y a su lado, se encuentra otra persona.
>> Comencemos con Dave Robert, un gran periodista con tan solo 28 años de edad -apunta hacia el chico, a quien le quitan la capucha y puedo ver su rostro maltratado-. Por otro lado, tenemos a Thierry Mikhailov, tu ex novio de escuela y ahora, un traficante de armas.
Miro a Thierry, incapaz de hacer un sonido o darme una mirada. Pero aún si, puedo ver un rostro golpeado y lleno de dolor.
- Thierry, lo siento...
- Toma, no alarguemos las cosas -pone el arma en mi mano y los hombres que estaban antes nos dejan solo a nosotros cuatro.
Y antes de que Alec saliera por la puerta lo miré pidiendo que hiciera algo, que por lo menos dijera algo para que Henry desistiera de lo que sea que vaya hacer.
Pero se fue, haciendo completamente nada más que seguir órdenes de su jefe.
>> Solo puedes hacer dos disparos, puedes fallar una vez pero si fallas las dos, voy a llamar el cargador y lo voy a vaciar en los dos. Quedaremos solo y yo.
- Te lo ruego, no me hagas hacer esto no soy capaz de hacerlo...
- Entiendo -asiente sacando su teléfono y buscando algo, y mientras lo hace no puedo quitarle la mirada de encima a Thierry. Los dos están aquí por mi culpa-. Me ve como un hermano mayor y por más cosas que le compro lo único que quiere es ver a su preciosa hermana ¿qué crees que debo hacer al respecto? -susurra en mi oído.
El tiempo pareció lentizarse cuando me muestra una foto de mi hermana, pero contuve mis emociones ya que eso no prueba nada.
>> Está viva, ahora solo dispara el arma para salvar a uno. Aunque para ser sincero, creo que es un poco injusto que tus dos amiguitos no estén aquí.
- Ya me has mentido, puedes estar haciéndolo de nuevo.
- Um, ¿sabes? Quiero mucho a Claribel ella es... mi hermana menor y te quiere de vuelta tanto como yo lo hago, por eso estamos haciendo esto -el marca un número y cuando parece ser que contestan lo pone en mi oído.
- ¿Hola? ¿Eres tú, Henry?
Mi hermana... está viva.
ESTÁS LEYENDO
En El Olvido ©
KurzgeschichtenCassandra Jenkins sintió que su vida se derrumbaría luego de haber perdido a sus padres y a su hermana pequeña en un incendio. Sentía que ya nada tendría sentido sin ellos y no tenía ganas de vivir. Pero luego llegó él para evitar que se derrumbase...