El chico del apartamento 512 | Hopev

Capítulo 1

"Cada día es igual por mi pasillo,

nunca llego a mi puerta sin oír el chiflido."

Había sido un mal día para Taehyung.

¿Por qué demonios su jefe tenía que ser tan molesto? incluso le hacía pensar que era una especie de pasatiempo de su parte, y lo peor es que el continuaba ahí sin hacer mucho para parar eso, incluso ni siquiera planeaba seguir trabajando ahí durante mucho tiempo más. El olor a café comenzaba a provocarle jaquecas de vez en cuando.

Con un poco de pereza, arrastró sus pies hacia el ascensor del edifico, levantando su mano para poder pulsar el último botón, el que lo lleva hacia el último piso, en donde su adorado apartamento lo esperaba para hacerle sentir acogedor después de un largo día de trabajo.

Desde su perspectiva, el ascensor no solía ser parte de sus primeras opciones, tenía la ideología de que ir por las escaleras le traería mejores beneficios que sólo quedarse parado, esperando pacientemente a que el elevador le llevara a pasos de su destino, sin embargo, subir cuatro pisos más tras haber estado caminando de un lado a otro durante su turno en la cafetería en la que trabajaba, entregando más de diez pedidos al día, no parecía ser la mejor opción para el castaño, por lo cual últimamente el ascensor era la opción más cómoda para él.

Una vez que la pequeña pantalla en la parte superior le indico que había llegado a su piso, dejo salir un suspiro, esperando a que las puertas se abrieran mientras comenzaba a buscar entre su bolso las llaves de su hogar sin necesidad de prestar mucha atención a el pasillo, dirigiéndose directamente hacia él al conocer totalmente el camino sin necesidad de ver, no lo necesitaba después de estar viviendo ahí por poco menos de un año.

Justo cuando estaba a unos trece pasos, quizá quince si sus piernas no querían estirarse tanto, un cuerpo se interpuso en su tarea, apenas alcanzando a frenar unos centímetros antes de chocar por completo contra éste.

Cerró los ojos, escarbando en su ser en busca de la mayor paciencia que su ser podía tener en ese momento antes de poder encarar a la persona que aún se encontraba interrumpiendo su camino, y ni siquiera tenía que verlo para saber quien era, no cuando su tonto chiflido hizo acto de presencia. No era nadie más, sólo su vecino Hoseok, el estúpido chico del apartamento 512.

—Hola, Taehyung. Estaba esperándote justamente, pero wow...—fue cuestión de una pequeña pausa en donde el pelinegro había quedado en silencio por completo, observándole sin incomodarle hasta que una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios, haciendo que Taehyung por un momento se replantara el soltar un suspiro más— luces tan lindo hoy, si me permites decirlo.

Un tono rojizo cubrió con traición hacía el castaño sus mejillas, haciéndose aún más notorio luego de que los suaves labios del más alto se plantaran sobre su mejilla. Tonto Jung y tontas reacciones involuntarias, pensó el más bajo. 

—Estoy cansado, no necesito que te tomes el tiempo de molestarme ahora, Hoseok, además, ¿me estabas esperando? —había logrado esconder bien la pizca de emoción en sus palabras, quizá pasando totalmente desapercibida por el contrario mientras el otro se dedicaba a buscar alguna respuesta ingeniosa para no terminar quedando como un tonto— tonterías, deberías de ir a tomar un baño, quizá te haga falta.

Que gran mentira, pues, agradeciendo discretamente a la poca distancia que aún continuaba permaneciendo  entre ambos, había logrado percatarse de el agradable aroma a vainilla característico de su persona. Probablemente Taehyung lo había agregado en su lista de aromas favoritos, después de la lavanda, pero claro, no lo admitiría en voz alta.

—¡Vamos! sé que adoras verme por aquí cada que llegas— agregó el pelinegro con cierto tono infantil, comenzando a hacerse a un lado para dejar de bloquear el camino de una vez por todas, ya había logrado recordarle lo bien que se veía hoy, no creía que hubiera necesidad de continuar quitándole su tiempo a menos que el castaño quisiera— ¿sabes que te ves aún más lindo sonrojado? dios mío, y pensar que yo lo cause.

Taehyung podía apostar que incluso un poco de satisfacción con ello se podía distinguir en lo último mientras observaba como se recargaba en el marco de su puerta; sin embargo, le había dejado el camino libre, debía huir de ahí antes de que sus sentimientos le hicieran una jugada vergonzosa, por lo cual, en cuanto pudo se apresuro a caminar hacia su puerta, tratando de calmar sus nervios para que la llave encajara a la primera en el cerrojo.

—Eres un tonto, Jung Hoseok.

—Y tú amas a éste tonto, incluso si no lo quieres admitir, Kim Taehyung.

Lo único que el pelinegro recibió como respuesta fue la puerta del menor cerrarse, provocandole una risita antes de componer su postura y entrar a su hogar, pensando seriamente en si su enamoramiento hacia su vecino podría llegar a tener un futuro, o en si sólo era un tonto que no sabía que las "señales" que el chico le daba sólo eran producto de su imaginación y debía comenzar a rendirse antes de salir totalmente lastimado de ahí.

Lo que no sabía es que el castañito aún se encontraba tras la puerta, sintiendo su corazón agitarse sin otra excusa más que las acciones diarias de el chico que le hacían caer por él y su bonita sonrisa sin necesidad de ser la gran cosa para muchos, pero más que suficiente para que su pecho se llenara de la calidez que le hacia sentir.

Entonces Taehyung se preguntaba, ¿realmente valía la pena entregar su corazón a el tonto chico del apartamento 512?, la duda no dejaba de pasarse una y otra vez en su cabeza, incluso mientras su té de hierbabuena desprendía el aroma que lograba relajarle tras un arduo día de trabajo. Taehyung sólo esperaba obtener la respuesta, muy pronto.

"De un chavo que me dice que me está esperando

lo que el debería hacer es ir y darse un baño."

palabras: 1012

©ˢᵃᵉᵃˢʸ