¡OÍDO COCINA!

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Los humanos han cultivado desde tiempos prehistóricos esta increíble planta por sus numerosos usos: como fuente de fibra textil, para extraer el aceite de sus semillas, como planta medicinal y por último, pero no por ello menos importante, como psicotrópico.

Hablemos primero un poco sobre esta maravilla.

Hay 3 grandes especies: Indica, Sativa y Ruderalis (siendo las más empleadas las dos primeras):

Cannabis Sativa: la descripción de la planta en cuanto a su morfología os la tiene que venir al pairo. No se consume María por la forma de las hojas, si no por sus diferentes efectos. El el TCH (tetrahidrocannabinol para los que le guste la química) o delta-9-tetrahidrocannabinol (para quien sea fan de la química), es el principal responsable de que la marihuana sea psicoactiva. Sólido, oscuro y cristalino a bajas temperaturas, y se vuelve pastoso y pegajoso si lo calentamos.
Este hijo de puta afecta al Sistema Nervioso, dándonos un cambio general en la percepción, euforia y un mejor estado de ánimo. Pero no todo son luces de colores.
También te da un hambre que te comerías a una persona y esa maravillosa sensación de estar flotando. Los efectos secundarios ya son más jodidos, ya que tienes memoria de pez (a corto plazo gracias a Dios), la boca seca como un estropajo, te mueves como una puta tortuga, los ojos rojos y chinos como dos puñaladas en un tomate y un sentimiento de paranoia o ansansied (que no siempre te da).

Cannabis Indica: parecida a la Sativa solo que con una pequeeeeña diferencia: contiene más CBD (cannabidiol). Y te preguntarás ¿qué cojones es eso? Yo te lo digo amigo. El TCH te da un subidón de la hostia, y el CBO no. Este te apalanca (pero sigues con los mismos efectos secundarios que el THC). El CBD se emplea en la medicina como relajante, reduce la ansiedad, para paliar el dolor o para inducir al sueño. También se emplea en el Parkinson para que los que lo padezcan, no tengan esas convulsiones tan fuertes, pero a vosotros esto os la suda. Seguramente no tendréis Parkinson, y en el extraño caso de que lo tengáis, no seríais capaces de sostener el móvil...

A partir de aquí leeréis la historia de bueno... la leéis. No voy a explicar más sobre el cannabis (realmente si lo haré, y de cómo prepararlo en infusiones, pasteles, aceites, alcoholes, en cigarrillos... pero no tipo blog, sino en nuestra historia).
Y que sepáis que la droga es droga cuando se abusa de ella. Una vez al año, no hace daño.

Humo VerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora