mσnσlσcσ||31 Minutos (Tudoque)

La fantasía

El casino Islas Horacio es un lugar donde la ilegalidad es permitida en todo su resplandor apuestas, sexo, drogas y alcohol es lo que abunda en el sitio, la alcantarilla de la sociedad de Titirilquen y el palacio de Montaña Bazofia, dominado por una banda mafiosa encabezada por un ex-conductor de un programa que llegó demasiado lejos con la violencia que ahora sin empleo esta liderando una banda de criminales y es fundador de más de una industria en el mercado negro

Peligroso y vanidoso, esta siempre ocupado en conseguir plata y disfrutar gastandola en todo, será un degenerado pero supo consiguir rapidamente una gran influencia en el mundo del crimen

Ahora, autoproclamado "El jefe de jefes" esta hechandole un vistazo a su casino ilegal sin embargo, inesperadamente para el recibe la noticia de que un misterioso forastero busca ser parte de su mafia

—Entonces, ¿Un tipo llamado Tujilio Pio va a venir acá porque quiere formar parte de mi mafia?— Pregunta Horacio con su voz rasposa

Ahora se encuentran detras del imenso local, reunido con los empleados que se encargan del lugar

—Si y no creo Tujulio que sea cualquier tipo— Comenta un fortachón
—Busque información sobre el y no encontré nada además de que tiene un ferrari—

—¿¡Un ferrari!? ¡Ese coche es muy caro!— Exclama sorprendido
—¿Se lo intentaron robar?—

—Si, pero no dejó la llave para encenderlo— Confianza un guardia algo triste

Horacio no se molesta en esconder su decepción

—Pero igual vendrá esta noche, de hecho— El tabernero mira su relog
—Ya debería estar llegando—

—¿En serio? ¡Jajajajaja!— Se burla el hombre
—¿Ese imbécil cree que puede unirse a lo que se le pegue la gana? ¡Claro que no!—

—Bueno...Se tomó una botella de vodka en mi cara y luego la rompió para amenzarme con ella, parece que es alguien desesperado—

—Un tipo que puede comprarse un ferrari esta ansioso de unirse a una mafia— Recalca Horacio pensante

—Yo creo que es robado— Piensa uno de los guardias

—¿Estan seguro que no es policia?— Pregunta Horacio sospechando

Los tres empleados se callaron...
Horacio empieza a mostrar una expresión furiosa

—¡Par de inutiles! ¿¡Como no lo pensaron antes!?— Reprocha el hombre

El trio no encuentra explicación alguna, solo balbuceos estúpidos es lo que salen de sus bocas

—¿No podemos simplemente dispararle si intenta hacer algo sospechoso?— Pregunta uno de los guardias

—¿¡Pero y si viene con refuerzos!?— Pregunta asustado Horacio
—¡Toda mi fortuna podría irse abajo y todo por culpa de su incompetencia!—

—¡Tranquilo jefe!— Intenta calmar el tabernero

—¿¡Como me voy a calmar si me voy a ir a la carcel por quien sabe cuanto tiempo!?— Exclama Horacio furioso

—Yo conozco esto, si es un policía debe de estar en incubierto, lo que tendrá será un micofrono escondido no refuerzos así que podríamos hacerle una inspección primero para ver si esconde algo— Explica el tabernero

—¿Y como sabés sobre eso?— Pregunta sospechando uno de los fornidos

—E visto peliculas— Proclama orgulloso

Mientras tanto, el jefe se toma un momento para pensar bien las palabras del empleado y así llegando a un veredicto

—Es una gran idea, no e inspeccionado el cuerpo de alguien desde que me cancelaron el programa— Afirma la idea