Creating You 𖥸 Minchan

𖥸 : Uno

Bangchan tiene robots muy peculiares.

Fue en febrero de 2050 cuando a Bangchan se le concedió el taller de reparación en una organización con fines de crear nuevos humanos funcionales para la sociedad con problemas de discapacidad. El joven hombre ya había sido premiado y reconocido por crear el primer "Pájaro vigilante" de la ciudad después de que esta creación hubiera detenido robots a media noche, y violaciones que un oficial actual no hubiera podido sospechar.

El problema era que Chan se vio en amenaza cuando muchos trataron de comprarle para crear el daño a personas inocentes.

Fueron años felices hasta que esas propuestas le llegaron a sus manos, incluso fama como un joven científico con buen aspecto, le habían llegado la innecesaria multitud de personas interesadas en poseerle, teniendo nada en común con estas.

A Chan no le gustaba el mundo al que le habían llevado sus ideas, dejándolo sin más que volverse de bajo perfil y solo firmar contrato por seguridad y privacidad a cambio de ideas productivas al Gobierno. Esto no le hacía nada más que sentir frustrado.

Pues estaba sumamente solo.

Su casa fue diseñada por el mismo teniendo un estilo juvenil pero no olvidando lo intelectual. Sus paredes estaban llenas de cuadros de magníficos científicos y hasta estrellas que él admiraba.
Todos con una frase que les destacaba como inspiración. Eso solo era el exterior porque el resto estaba lleno de objetos sin terminar y maquinaria incompleta.

Había creado muchas cosas pero nunca se aventuró al hecho de hacer un humano tamaño real. La idea siempre estaba en su mente y la única manera de hacer que parara era recreandola en vida propia.

Le tocó estudiar el cuerpo humano más de la cuenta. Le afectaba, pues era información que no necesitaba, el mismo sentía incomodidad de verse desnudo algunas veces así que ver otros cuerpos pues tampoco le parecía. Pero logró aprender a entender algunas cosas con el tiempo. Tuvo que solicitar la ayuda de su ccompañero anatomista de la universidad.

Lee Felix.

-¿Por qué no te compras una muñeca de hule y la usas? -el chico decía mientras jugaba con uno de los aparatos que Chan dejaba sin terminar desordenados en la mesa.

-Eres enfermizo... ¿lo sabes? -Chan escoltaba.

-Oh vamos Chan puedes animarte solo un poco.

-¿Vas a ayudarme o no? No quiero oír esa basura de charlas de ánimo tuyas... -Chan jugaba con sus brazos cruzado. Enojo evidente en su cara.

-¿Haras esto en nombre de la ciencia o en beneficio tuyo? -Felix no afectado por el carácter del mayor, divertido alzó las cejas.

-Ambos... -este miró a un lado sabiendo a donde iba su amigo.

-¿Por qué? Hay tantas cosas que te pierdes...

-Eso no te incumbe, pero como ya dijiste es para el beneficio de la ciencia...

-Y el tuyo.

-Felix, puedes irte, puedo preguntarle a alguien más.

-Sabemos que solo quieres encerrarte en este mundo de tornillos, ideas locas. ¿No...

-¡Me siento solo! ¿Bien? Me siento malditamente solo ¡y esa idea no se me va de la cabeza! -Chan lanzó al piso la pluma que escondía entre sus dedos. Ambas manos ahora en el borde de la mesa. De muy mal humor. Felix quedó impresionado pero no protestó.

-No será fácil... Lograr que tenga una erección y un verdadero pene tomará hasta años... Son muchos nervios y millones de vasos sanguíneos. Totalmente distinto a una bomba sanguínea como el corazón pero tienen la misma función. Comenzaremos con la conservación de sangre, y tejidos humanos. Tengo una cita así que te mandaré todo esta noche- Felix habló con suma experiencia y rapidez mientras parecía tramar.