❥ I wish

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Heather
Conan Gray

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Si pudiera darle un consejo a al Seonghwa del pasado, definitivamente sería que evite enamorarse. Más específicamente, que evite enamorarse de Kang Yeosang.

Era más que obvio que nada terminaría bien, pero aún así, no hice ningún esfuerzo por cambiar mis sentimientos.

Empecé diciembre del año pasado con la noticia de que debía mudarme a otra ciudad, exactamente el veinticinco, en Navidad. Recuerdo haber discutido fuertemente con mis padres por no decírmelo con anticipación. Aquella bomba me dejó afectado por un día entero, tengo muy presente en mi memoria el recuerdo de encerrarme en mi cuarto y llorar, temiendo por perder todo lo que había formado en esos años. Sin embargo, una única persona ocupaba la mayor parte de mis preocupaciones; Yeosang.

Éramos los mejores amigos, el clásico dúo que verías juntos desde jardín de infantes hasta la preparatoria. Completamente inseparables. Donde yo estaba, él también estaba, y viceversa. Realmente sentía que podía ser genuinamente yo sólo cuando estaba a su lado; su compañía me relajaba, me encantaba pasar tiempo con él, pues nunca me juzgaba como el resto de gente en mi entorno. Era la única persona en la que confiaba plenamente, incluso actualmente puedo decir con seguridad que él sabía más de mí que mis propios padres.

Yeosang era adorable en todos los sentidos de la palabra. Siempre atento a lo que necesitaba, haciéndome saber todo el tiempo que podía contar con él en cualquier momento. Era imposible no quererlo demasiado. Quiero decir, sentía mucho cariño por todos mis amigos, claro que lo hacía.  Pero Kang era alguien más que importante para mí, y todos lo sabían menos él.

Siempre lo ponía por sobre los demás, pues me demostraba con sus acciones que se lo merecía. Si estaba triste o se sentía mal, yo era el primero en correr para consolarlo y escucharlo, dándole también consejos para ayudarlo como pudiese a solucionar sus problemas. Yeosang también se comportaba de igual forma conmigo. Nuestra amistad era totalmente recíproca. Sé que él me quería mucho, nunca dudó en demostrarlo. Sin embargo, nuestros sentimientos por el otro distaban de ser similares.

Sigo sin saber en qué momento el enorme cariño que sentía por él se transformó en algo más; amor, y no del amistoso.

Claro que Yeosang nunca se dio cuenta, siempre fue muy despistado románticamente hablando. Mi corazón se aceleraba cada vez que él me abrazaba tiernamente, o se comportaba de manera amorosa conmigo. Para cualquiera que nos viera sin conocernos, podía parecer que ambos teníamos sentimientos ocultos por el otro. Bastaba con prestar un poco de atención la forma tan afectuosa en que nos mirábamos para llegar a esa conclusión. Aún así, yo sabía que lo nuestro era unilateral por un sencillo problema, uno con nombre y apellido.

Kim Chaewon.

Ese año, aquella muchacha nueva había llegado a la escuela, tocándole estar en nuestro salón y captando desde el primer momento la atención de Yeosang. Bajita, con cabello corto y rasgos faciales adorables. Una chica extremadamente amable y simpática, con la risa más tierna que muchos habrían escuchado. Era demasiado obvio que atraparía a mi amigo sin demasiado esfuerzo.

— Creo que me gusta Chaewon— me dijo Yeosang luego de un par de meses de que ella llegara.

Recuerdo con perfección ese momento. Nunca nada me dolió tanto como aquellas simples palabras. Se sintió como bajarse de un acelerado tren de felicidad e ilusión, uno al que jamás podría volver a subir. Mi corazón se despedazó en cuestión de segundos pero, de alguna forma, supe disimularlo. Tengo que felicitarme por eso último, pues esconder tu dolor emocional por todo un año no es una tarea fácil, y actualmente no creo ser capaz de hacer eso una vez más. Un punto para el Seonghwa del pasado.

𝐒𝐎𝐍𝐆𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐘𝐎𝐔 | seongsangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora