—No estaba en embarazo, no es ella señor — ocho palabras que me alegraron el día.
Miró a Deán y luego la hora, llevábamos más dos horas allí, en todo ese tiempo Deán me dijo que no era mi mujer. Él tenía la teoría que la idea era pensar que sí lo era, o crear la duda, las razones para ello las desconocía.
—Se lo dije, solo querían que usted creyera que lo era y saben que el proceso de reconocimiento iba a demorar. — me incorporé de la silla y extendí mi mano hacia el hombre.
—Le pido disculpas por mi comportamiento —me excuso y solo niega, manoteando al aire.
—Lidio tanto con muertos, que es bueno lidiar con emociones, vivos o amenazas de vez en cuando. —eso me logra sacar una sonrisa — entiendo su situación y no baje la guardia...
Mi cerebro está recuperado de nuevo, cuando salgo a la calle, marco a la policía y le digo que no es mi esposa, pero que hicieron de todo para hacerme creer que lo fuera, es el jefe quien me alerta.
—Quizás querían que retiráramos los controles, y alertas para poder pasar a la señora y el niño por la frontera terrestre.
—Creo que aún este con vida? —preguntó y la voz del otro lado suelta una risa fuerte.
—Tomasevic jamás pensé verte enamorado hombre —le escucho decir — El niño que se gesta y la dama, son valiosos y valen más vivos que muertos. Mas cuando se conviertan en tres, creo que es lo que esperan, para pedir rescate...
—No estoy dispuesto a esperar tres meses —interrumpo y el hombre del otro lado me calma diciendo un "Ni yo tampoco".
Cuelgo y miró a Deán, quien me sonríe y me indica entrar al auto. Una vez en el interior, ordenó ir a mi casa, ya no quiero seguir en las calles. Será mejor calmarme y decidir el paso a seguir. Recuerdo los juegos con Enrico y sonrió, siempre jugábamos a policías y ladrones.
Flash Back
—¿Por qué siempre soy policía? —se queja—hoy quiero ser ladrón — me vuelve a insistir y niego arrodillándome ante él.
—Siempre serás el policía y tienes que cuidar a la dama en apuros —insisto y la mira a su alrededor en búsqueda de apoyo.
Tiene ocho años y ha crecido bastante, he notado que tiene una memoria increíble. Así que empecé diciendo ciertos trucos en medio de juegos supuestas reglas de juego que sé él ira tomando en cuenta.
—¿A quién buscas? —le preguntó al ver que mira a todos lados y mis hombres solo sonríen.
—Por donde vas a huir —me dice y río sin control — por la calle principal te atraparé.
—Así es ¿Qué te queda?
—La vaya, pero es eléctrica... —asiento. — Creo que le pedirías ayuda a Ali, mamá dice que tiene cara de malo y él podría ayudarte a escapar. —intento no reír, porque el luce serio al decir aquello y mira a Deán.
—¿Cómo ayudará un escolta a un ladrón con tanto dinero? — pregunta Deán y mi hijo se alza de hombros.
—Con el London Bridge, su bote… se llama como el puente…
Fin del Flash back.
—¡Detente el auto! —ordeno al chofer, al recordar. —el bote de Ali, Enrico dijo que él tenía un bote, se llama London Bridge.
Deán asiente, mientras sus ojos miran al chofer y marca alguien por teléfono, no tengo tiempo en pensar que hacen, solo me pregunto ¿Por qué mi hijo conoce ese bote y no yo? Entonces mi cerebro vuelve a recordar.
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Un Millonario en Jaque
RomanceA sus 40 años, Kurn Tomasevic, ha tenido todo cuando ha querido, exitoso, despiadado y mujeriego. Con un maletín lleno de dinero que lleva a todos lados ostenta el récord de comprar a la mujer que desee. No confía en nadie más que en sí mismo menos...