Habíamos llegado hace 15 minutos. Apenas nos bajamos se podía sentir el calor potente del sol. Estábamos en Octubre, no era el mejor día para vestir de negro pero ya no importa eso. Importa que estoy y al menos no sola sino con tu psicólogo. Quiso sacarte tema de conversación mientras viajábamos en el auto pero apenas respondía con monosíbalos. En realidad quería saber que tan bien lo había "ayudado" en su momento pero tampoco quería enfrentarme con eso, con esta realidad. Mientras buscábamos tu tumba observaba la cantidad de sepulturas y quería encontrarme con una gran cantidad de gente visitando a sus seres queridos, era un domingo y los domingos no se hace nada. Pero no, estaba vacío, solitario. era todo tan pacifico y llano que ni siquiera parecía un cementerio o al menos no como siempre había visto en películas, series. Era mas crudo esto.
Entonces pensé en la cantidad de veces que había visto una película sobre una paciente de cáncer o leucemia, una persona a punto de donar un órgano para un paciente de Lupus o inclusive en el nacimiento de un bebé. Siempre estaban llenos esos lugares, siempre hay alguien ahí. Siempre hay alguien en el comienzo o el fin de algo pero el despúes, lo que seguía había un estrecho sendero infinito sin terminar. Entonces te das cuenta que al principio o fin de algo uno se llena, se llena de expectativas, posibilidades infinitas en el momento de las cosas. Porque el momento te empuja a pensar, a ponerte en un estado de ansiedad y todas esas cosas que pensas no existen. Existió el antes, lleno de posibilidades, existe el ahora, lleno de silencio y va a existir el futuro, lleno de cargas.
Encontramos tu tumba, al frente de una banca. En el césped había una perforación para poner flores y estaba vacío. Me había preocupado tanto en mi vestimenta y no en lo horrible de ni siquiera tener una flor para llenarlo. Me sentí como la mierda hasta que vi que tu psicólogo puso una rosa, algo doblada pero ahí estaba. Lo miré y cambió mi forma de verlo. Una rosa cambió mi forma de verlo. Tenía que aprender a ver más de las palabras que siempre lo había describído.
Me había acostumbrado a aceptar a las personas en silencio, a que me pasen por encima un par de palabras de ellas y quedarme con eso. Y era horrible pensar así. Pero mas horrible es pensar que yo siempre lo hice con vos y nadie me detuvo y capas, en tu forma de verme, había un indicio en que sabias como pensaba en vos pero no me dañaste o decirme lo tan equivocada que estaba. Me viste encima del edificio que había construido sobre lo que me dijeron, lo que supuse y lo que se dijo de vos y vos, desde tu lugar, no me callaste, rompiste el edificio o me ignoraste.
Hiciste algo peor. Me hiciste romperlo por mi cuenta y, a partir de ahora, llevar rosas a donde sea que vaya. Me dejaste eso y ahora pensaré en la cantidad de personas que llevan esa idea equivocada acerca de vos y me asusté porque te encontré y me cambiaste mi forma de verte en algo tan simple y el tiempo que perdí y que no quiero seguir haciéndolo.
- Es linda la rosa no?. -preguntó el psicólogo
- Si, supongo. Es una rosa. -Respondí
- Es una rosa pero es la que elegí para él. Nadie se enojaría por quién intentó hacer algo lindo.
- Supongo
Aunque había cambiado mi punto de vista no sabia como hablarte. Es algo raro, te estaba conociendo y no sabia hablar
- Él hablaba mucho de vos
- Entonces ya tenes una idea de mi.- le respondí
- Un poco pero quiero conocerte
- Acá? En un cementerio? - dije mirándolo dudosamente
- Si, por qué no? El lugar es irrelevante para empezar algo si te pones a pensar.
- Todo es irrelevante en algún punto pero no te das cuenta hasta que pasa. Solo hasta entonces nos sujetamos a lo relevante, lo novedoso porque eso sabemos hacer.
- Es una buena forma de pensar así. Entonces podríamos empezar ahora
Y así empecé a conocerlo. No estábamos en un café, restaurante, entrevista de trabajo o reunión de amigos. Eramos dos desconocidos que queríamos conocernos. ¿Por qué? No sé, supongo que cuando perdés a hace alguien tendés a hacer cosas sin motivo. Capas que ese alguien era ese motivo de no hacer y hacer. Hoy tengo ganas de hacer.