¿Amor? -Stydia

Capitulo 30→ Toma mi mano

–¡Stiles! ¡Stiles!– Era lo único que faltaba para empeorar este día, porque, ¿Porque no fastidiamos a Stiles hoy? Total, a nadie le importa.

Aceleré el paso, faltaba poco para llegar, y solo tenía dos opciones: Correr por mi vida o afrontarme a Malía.

Pero creo ya fueron suficientes afrontaciones por hoy.

–¡No corras!– Mierda. Aunque no me guste, me conoce demasiado.

–Por favor, he tenido suficiente por hoy– Declaro para seguir caminando.

–No es sobre nosotros– Se posiciona enfrente de mi.

Y ahí estaba Malía, con el cabello remojado y la ropa empapada, en otros términos, ahí estaba mi ex-novia, la única novia que alguna vez tuve.
Aunque ahora era muy diferente, parecía prácticamente otra persona, ahora era obsesiva, manipuladora y la dulce chica que alguna vez quise demasiado, ya no estaba. Su físico tampoco era el mismo, había cortado su cabello y cambiado de estilo, y ahí es cuando me recrimino por no valorar tanto como ella nuestro amor, por no poder soportar todas las tormentas, por ahora querer ser salvavidas de otra persona.

Sacudo mi cabeza tratando de alejar toda clase de esos pensamientos, pensamientos que aún me aterran.

–Te recuerdo que ya no hay un "nosotros"– Le doy mi mirada más fría, pero si considero mi estado emocional, probablemente haya sido una mirada vacía.

–Es sobre tu padre.. – La interrumpo antes de que siguiera poniendo escusas.

–No es necesario que inventes algo– Sentencío viéndola fijamente a los ojos, pero a pesar de que creí que vería falsedad o mentira, en sus ojos, sólo logré apreciar una inmensa preocupación. Trago saliva. –¿Qu-é pasó?–

–Tu padre se volvió a casar– Para, para esperar mi reacción seguramente, yo solo asiento, dándole a entender que ya lo sabía. –¿Lo sabes? Okey.. eso no importa, no ahora.. se quiere divorciar–

–Eso no me incumbe a mí– Trato de esquivarla.

–Eso no es todo, Je.. la mujer, quiere quitarle todo, y tú vas incluído en ese todo– Trata de tomar mi mano, yo doy una paso hacía atrás.

–¿Yo? Yo que tengo que ver en su relación– Su rostro es inundado por una mirada triste, caraspea antes de seguir.

–Ella lo demanda por un mal cuidado hacía tu persona– Jugaba con una serie de pulseras en su mano derecha, entre ellas permanecía la que una ves en nuestro aniversario le regalé.

–No puede ser.. – Masajeo mi muñeca, dónde hasta hace unos meses, permanecía la misma pulsera. –A todo esto, ¿Cómo lo sabes?–

–Tu padre recurrió al mío–
Que ironía la de mi padre, primero amenaza a Malía, y ahora que tiene la agua bajo el cuello, pide ayuda a su padre. Hipócrita.

El padre de Malía en todo nuestro "noviazgo" fue muy agradable, lo traté muy poco, ya que base a su trabajo de abogado, casi nunca estaba en casa. Por eso Malía y yo congeníamos muy bien. A los dos nos faltaba atención. O tal vez nos falta.

–Me tengo que ir.. – No quería seguir hablando sobre eso, y menos si con quién lo hablaba era Malía.

–Espera.. ¿Quieres hablar sobre lo de tu padre?–

–No– Sigo caminando, no me importó que Malía me fuera siguiendo.

–Solo, ten– Me entrega un papel doblado en dos partes. –Es mi número– Levantó una ceja. –Cualquier problema me puedes llamar– Asiento y doy como finalizado, por segunda vez, nuestra conversación.