El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 10 (1/2)

21:00 hs.

Juego con mi anillo y muevo mi pierna derecha inquieta, nerviosa, asustada. Miro por última vez mi celular y en ese preciso momento me llega un mensaje de Mike, avisando que ya está en la puerta esperándome.

¿Estoy haciendo lo correcto?

¿Harían lo mismo que yo?

¿Protegerían a los que más aman aunque aquello implique matar?

Suelto un suspiro y sacudo mis manos tratando de relajarme. Me doy una última mirada en el espejo y repaso mi outfit.

Estoy de puta madre.

Como lo había visto la primera vez, mi minifalda daba a conocer a casi toda mi piel. El top que llevo deja en descubierto el piercing de mi ombligo dándole el toque atrevido. Mi peinado es perfecto, tratando de imitar a la actriz de Euphoria, hice unas pequeñas trenzas y luego lo amarré en una coleta alta. Mi maquillaje tampoco se queda atrás.

Agarro mi celular y salgo de la habitación. Bajo las escaleras y veo a India mirando la TV. Me encuentro con su mirada de desaprobación.

—¿Vas a una fiesta o a un prostíbulo? —pregunta con ironía.

Revoleo los ojos y me cruzo de brazos para taparme un poco.

—Muy graciosa, de verdad. —Le muestro el dedo del medio.

India se levanta del sillón y posa sus manos en mis hombros. En sus ojos se refleja la preocupación pero lo disimula bastante bien, me sonríe y habla:

—Antes te habías sorprendido al darte permiso para dejarte ir a la fiesta.

Asiento con la cabeza. No sé para dónde se dirige.

—La razón por la cuál te dejo, es porque suponemos que Zev está bien lejos de aquí, no encontramos ningún rastro de él por el pueblo. —Mi mandíbula se tensa —. Se ve que al fin entendió que no es parte de nuestra familia.

No lo encuentran porque está justo en frente de sus narices.

Le doy una sonrisa y la abrazo. La abrazo porque a partir de esta noche no voy a ser la Blair que conoce. Hasta que digo aquellas dos palabras que las personas se dicen mucho pero se sienten poco.

—Te quiero, India. Recuerda eso, ¿Vale? —murmuro.

Larga una risilla y me despego de ella.

—La malévola cucharachona se nos puso sentimental. —Se burla.

La empujo y nos reímos.

—Bueno me voy o Mike va a cortar conmigo.

—No me desagrada la idea —sugiere.

Frunzo el ceño y niego con diversión.

—¿Qué tienes contra Mike? Pensé que te agradaba.

India se hunde en sus hombros y hace puchero.

—No lo sé, no termina de cerrarme.

No le respondo y abro la puerta principal encontrándome a un Batman. Me hubiera reído de él si no fuera por los nervios que tengo. Mike me escanea de arriba abajo y suelta un silbido.

—¿Tú quieres que te folle aquí mismo? —musita mirándome con deseo.

Abro mis ojos y cierro rápidamente la puerta detrás de mí.

—¿Estás loco? India pudo haber escuchado eso, idiota.

Mike se encoge de hombros como si ni hubiera dicho nada fuera de lo común.