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      Esa mañana ChangBin despertó decaído, sin los ánimos suficientes para ir a la escuela. Además del clima frígido que empezaba hacer; sentir los fuertes vientos golpear contra su rostro y calar su cuerpo sólo provocó que el omega deseara regresar a la cama, envolverse en su edredón y no salir de allí hasta que terminase la temporada de otoño.

SeungMin le entregó uno de sus abrigos al pequeño omega para que se mantenga calentito las horas restantes de sus clases. Era la primera vez que veía a ChangBin dormir en pleno dictado cuando él siempre se mantenía atento a lo que decían los profesores. Con una imagen tierna y apacible, SeungMin no dudo en llevar una de sus manos a la mejilla del pequeño omega y acariciarle. Podía pasar horas y horas apreciando el pequeño rostro de su amigo y no se cansaría de verle.

Cuando las primeras horas de clase terminaron, el timbre retumbó por todos los pasillos de la escuela indicando el pequeño receso que tenían. ChangBin se despertó abriendo lentamente sus ojos encontrándose con el rostro del beta. Talló sus ojos para terminar de despertar, acomodando sus gafas volvió a recargar su cabeza en su pupitre cuando su pancita rugió provocando un leve rubor en sus mejillas. SeungMin sonrío al escucharlo ofreciéndose a ir a la cafetería por algo de comer y dejando que su amigo descansara.

En el momento que el beta abandonó el salón, ChangBin buscó con su mirada el sitio del alfa. Estaba vacío y eso empezaba angustiarle, porque desde que ingreso a la escuela sus latidos se aceleraron esperando encontrar a MinHo aunque no estaba seguro si podría verle, si podría contener su agitado corazón y la montaña rusa que tenía por emociones. Pero una vez que no localizó al alfa por ningún lugar su atolondrado corazón se encogió y todas las emociones que sentía hace un momento se redujeron a una sensación de pena e incertidumbre.

Empezaba a creer que lo que MinHo había confesado era sólo algún tipo de broma hacia él, pero también quería creer que en verdad le amaba, porque ChangBin empezaba a sentir lo mismo por el alfa.

— ¿Puedo pasar?

El alfa ahora de cabellera negra tocó la puerta del salón dos veces para tener la atención del omega.

— Chris...

El aludido sonrío caminando hacia ChangBin sentándose a su lado.

— Ha pasado tiempo desde la última vez que pude verte. Te has vuelto más hermoso — comentó haciendo referencia al nuevo estilo de cabello que traía el omega.

— ...Gracias.

— ¿Qué opinas del mío? — inquirió señalando su cabello negro — ¿Crees que se me da bien?

ChangBin esbozó una media sonrisa asintiendo con su cabeza y volviendo a desviar su mirada al lugar de MinHo.

— Haré una fiesta este sábado — comentó — Me gustaría que asistieras. Será en mi casa, quiero celebrar mi victoria del último partido que tuvimos y me gustaría que estés conmigo.

— Chris... yo—

— Te extraño, ChangBin. Extraño tenerte a mi lado.

El omega sintió el tacto de aquel alfa sobre su mano, en ese instante temía que Chris volviera a sacar ese lado suyo tan posesivo y dominante. Sin embargo, nunca esperó que este lo arrimara a su pecho y lo abrazara.

— Mis sentimientos por ti no han cambiado, ChangBin.

El timbre volvió a escucharse para que los alumnos vuelvan a sus respectivos salones, Chris dejó un corto beso en la mejilla del menor despidiéndose de él y regresar a su clase.

SeungMin, quien presenció casi toda esa escena se adentro al salón luego de que el alfa se retirara.

— ¿Todo bien? — preguntó al ver el rostro desconcertado de su amigo.

𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙥𝙪𝙚𝙨𝙩𝙖 ➻ [Lмн ; Scв] TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora