Él estaba hecho para recitarle poemas y besarle en los labios.
Él estaba hecho para bajarle las estrellas y entre sus brazos adorarlo.
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Todos los derechos de autor están debidamente reservados. Me abstengo de permitir adaptaciones.
🌧️Inspirad...
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Ese era un día especial, llevaba esperándolo todo el fin de semana. Por poco y no pudo dormir la noche anterior debido a los nervios, pero cuando se dio cuenta de lo ansiosa que estaba siendo su actitud, se recriminó a sí mismo y trató de relajarse.
Ansiaba una calificación, una que le había costado mucho a decir verdad. Jeno invirtió más de una semana haciendo el ensayo que el señor Zhong (su profesor del taller de redacción) les pidió sobre "Santa", un clásico de la literatura moderna que relataba la dura vida de una joven que eligió el camino de la prostitución para salir adelante después de experimentar el desamor y el desprecio de su propia familia. El libro en cuestión era pequeño y ligero por lo que demoró en leerlo menos de un par de horas.
A simple vista parecía un trabajo sencillo, sobre todo porque ciertamente esa no era la primera vez que hacía un ensayo. No obstante por esa ocasión tuvo que poner especial cuidado, ya que además de representar su calificación final, el profesor Zhong era muy estricto; pocas cosas le gustaban y aún más pocas le asombraban. Tenía fama de ser despiadado y perfeccionista, Jeno lo había comprobado de primera mano en sus clases. Ninguna opinión sobre los temas expuestos le gustaba y cuando analizaban a los autores y sus obras los tachaba de ignorantes y simplistas. Jeno sólo participaba si se lo pedía e intentaba no hacer contacto visual con él. Sus pequeños ojos grises lo hacían sentir pequeño e intimidado.
Así que, para no tentar a su suerte, hizo un análisis exhaustivo de la obra; comparó puntos de vista, revisó resúmenes en internet, buscó otros ensayos y pasó horas frente al computador, leyendo y releyendo su escrito; colocando márgenes, haciendo pies de página y elaborando citas. Para cuando entregó su trabajo final el viernes por la mañana, estaba tan seguro de que lo había hecho, que como mínimo se merecía una calificación aprobatoria.
Dicho entusiasmo, es el que comúnmente caracteriza a los novatos. Jeno estaba cursando su segundo semestre de licenciatura en letras. La lectura fue su primer amor, por ende el más antiguo. Desde que era pequeño desarrolló un vínculo especial con los libros y durante su adolescencia comprendió que no era capaz de visualizarse a sí mismo haciendo otra cosa que no fuera perderse entre estanterías, pastas gruesas y hojas amarillentas y polvorientas.
