VI

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Kissing in cars-Pierce The Veil

Querida Kennedy:

Kennedy, recordé tu nombre. Tu nombre escapó de mis labios mientras jugaba Xbox con los chicos, ellos me miraron confundidos y yo sonreí como un loco, había recordado tu nombre.

Repetí tu nombre un par de veces más, me encantaba como sonaba y podía imaginarte sonriendo mientras lo decía. Recordé un poco más que tu nombre, recordé las mañanas en las que despertábamos en mi apartamento y lo primero que veía era tu rostro, tu rostro aún resulta confuso, pero se que eres hermosa. La manera en la que nos besábamos en el auto, la manera en la que reías cuando contaba un chiste malo y la manera en la que te preparaba una taza de té cuando tenías que estudiar hasta tarde. Aquellas veces me quedaba en el sofá que estaba en el estudio y te miraba estudiar, fruncías el ceño levemente y mordías la goma del lápiz, como si eso fuera a ayudar. Como bostezabas cuando ya no podías y cuando finalmente te quedabas dormida sobre los libros y yo te cargaba hasta el cuarto.

Recordé esas pequeñas cosas y no tienes idea de la felicidad que me produjo poder recordar esos pequeños detalles, detalles que a la gente le parecía tonto, pero a mi no. Recordé tu libro de química orgánica, demasiado lleno de pequeños dibujos en las páginas y demasiado maltratado de tantas veces que lo habías lanzado a tu casillero sin cuidado alguno, para después llevarlo a casa porque le tiraste té encima y ponerlo al sol.

La manera en la que mordías la goma del lápiz cuando estabas nerviosa o demasiado concentrada, la manera extraña en que lo tomabas y jugabas con el.

La manera en que te desesperabas y dejabas el libro a un lado para distraerte con otra cosa, la manera en la que evitabas la tarea hasta que era inevitable y te desvelabas haciéndola, conmigo a tú lado.

Siempre estaba ahí, siempre te veía trabajar en silencio, no me gustaba interrumpirte. Sabía que te esforzabas en la escuela y que querías ganar una beca, entendía cuando llegabas tan cansada a casa que lo único que hacías era caminar a la cama y quedarte dormida. Yo tomaba una cobija y te cubría, después te quitaba los lentes para que no se doblaran y los dejaba en la mesita de noche. Te dejaba dormir un par de horas y después te despertaba para que pudieras hacer la tarea, mientras dormías me gustaba escribir y cantar canciones, tienes algo que me relaja, algo que me inspira y lo quiero de regreso.

Te quiero de regreso.

 

Dear Strange... {l.h} {Book 2: Dear Luke} ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora