- Si quieres me das tu número, así nos ponemos de acuerdo y quedamos un día.
- Me encantaría, deberías llevar a tu madre.
- ¿Eh?
⇢Primer lugar en los "BTS Run Awards 2021", categoría Shots.
⇢Segundo lugar en los "Gem Awards 2021", categoría Comedia...
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- Para que luego digas no soy un buen amigo. - Me quejé por enésima vez en lo que llevábamos de recorrido.
- Cierra la boca anda, ya casi estamos llegando.
- Espero que el tío esté muy cañón, porque para que me hayas hecho levantar tan temprano...
- Namjoon, ¿podrías dejar de quejarte de una puta vez? Cuando a ti te gustaba la chica esa del gimnasio ¿Quién te acompañaba todos los jueves? - Preguntó con tono de obviedad, cruzándose de brazos y alzando una ceja.
- Pues Hoseok. - Me mostré con soberbia, haciendo que él frunciera el ceño y me mirara con cierta duda.
- ¿Seguro? - Asentí- ¿De verdad? - Nuevamente afirmé - ¿Yo ni siquiera fui una vez? - Se apuntó a sí mismo, con una mueca de desconcierto, como si no pudiera creerse la realidad.
- Nunca fuiste, te quedaste durmiendo todas las veces. - Respondí con cara de póquer.
- Ahhh, tienes razón - Abrió los labios una vez recordó, y comenzó a asentir repetidas veces con la cabeza - Pero...¿Y cuando querías ligar con el hijo del panadero? ¿Quién iba contigo a comprar pan todos los domingos eh?- Esta vez sonó orgulloso, ofreciendo una sonrisilla torcida, pero sin mostrar los dientes.
- Hoseok también - Rodé los ojos.
- ¿En serio?- Otra vez esa mueca de incomprensión plasmada en su rostro. - Bueno, pero eso estaba justificado. Los domingos son sagrados.
- Hoy es domingo idiota.
- Sí, pero este es un caso de vida o muerte listo - Se encogió de hombros, retornando su vista al frente.
- ¿Querer tirarte al chico de la tienda de antigüedades es un caso de vida o muerte? - Mi voz salió con total incredulidad, pues no me podía creer Yoongi pudiera llegar ser tan descarado.
- Yo no quiero solo follármelo imbécil - Su tono denotaba brusquedad y molestia, pero inmediatamente lo cambió, para comenzar a hablar con lo que interpreté como ternura, y dejar que una sonrisa boba se abriera paso en sus labios - Quiero que tengamos una casa con jardín, siete niños y un perro.
- Vaya... - Sus palabras me dejaron sumamente sorprendido, y mis ojos desmesuradamente abiertos, sumado a la expresión de incredulidad plasmada en mi rostro, fueron la prueba de ello. - Sí que te tiene enganchado ese hombre.
- Ya sabrás por qué cuando le veas. Es tan guapo, tan chiquitito, tiene las mejillas tan gorditas - Comentó tocando sus propios mofletes, como para que yo entendiera su punto, y términó suspirando como una de esas colegialas enamoradas que salen en las películas - Es simplemente increíble.
En la vida había visto al pelinegro así, de hecho, ni siquiera recordaba que se hubiese interesado por alguien para algo más que tener sexo de vez en cuando, y que de repente se mostrara tan encantado, me había tomado totalmente desprevenido.
