Remodelacion

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        Por la tarde en el Hotel Angel sacaba cosas de una de las cajas almacenadas buscando algo útil para la decoración. Torció el rostro sosteniendo otro cuadro familiar en lo alto, si algún demonio se atrevía a registrarse correría al segundo de verlos. Cherry entró en la estancia con una caja en brazos sacando la lengua con disgusto al ver el interior.
        —Gracias por ayudar con este desastre preciosa.
        —Cuando quieras Angie, sabes que disfruto estar con mi chica favorita.
        Continuaron vaciando cajas pasando lo que consideraban decente a Nifty encargada de limpiarlo, tirando sin escrúpulos lo demás. El cerrojo de la puerta se escuchó al final del pasillo, Charlie, Vaggie, Alastor y Husk entraron agotados.
        —Hey, ¿Qué tal va todo?
        —Tienes bastante mierda aquí nena—respondió Ángel lanzando un viejo espejo a la pila de basura. Aguardó un momento esperando que Charlie dejara de sacudirse con ansiedad—suéltalo ya o estaremos aquí todo el día.
        Charlie soltó una risita nerviosa.
        —Bueno, pensé en traer unas cosas de casa para ayudar en la decoración pero Vaggie y yo estamos ocupadas así que me gustaría pedirte si podrias ir por ellas.
        Angel miró fugazmente a Cherry regresando a Charlie pensando con fastidio en el trabajo extra que implicaba.
        —¿Porque no van después?
        —La mansión estará desocupada y después cerrará por un mes—contesto Vaggie con pesadez.
        Angel gruño cansado resignado a no poder negarse.
        —Por favor, ¡Alastor puede ir contigo!
        La miró a los ojos impactado ¿Como en su sano juicio pensaría que aquello era buena idea?. No odiaba su compañía pero estar solo con él era una situación que ponía su pelaje de punta.
        Sintió el puño de Cherry golpear su hombro llamando su atención.
        —Ver la guarida de los reyes del infierno no suena mal, puedo acompañarte. Angel sintió una luz de alivio en su pecho.
        —No es necesario querida, puedo transportarnos ahí en un segundo—interrumpió Alastor enfatizando su oración chasqueando los dedos.
        Todos lo miraron confundidos pues esperaban se negara a la petición.
        —No creo que a mis padres les agrade tener demonios extraños transportándose en casa, sin ofender.
        —Hmm... Aun así, yo soy más que suficiente. ¿Angel?—Alastor giró hacia su
acompañante sonriendo con autoridad sin darle pie a protestar—te veo mañana a primera hora en la entrada—ordenó retirándose tarareando con alegría.
        Todo solucionado los demás se marcharon dejando al equipo trabajar. Sin entender lo que pasó, Angel tomó otra caja molesto volviendo al trabajo. Paro de maldecir por lo bajo al ver a Cherry mirarlo con picardía.
        —¿Qué?
        —Creo que al venado le gustas.
        Nifty sonrío asintiendo con emoción.
        Angel tomó dos cojines y los lanzó a ambas chicas ganando unas estridentes risas. Con un bochornoso sonrojo volvió la vista a abajo convenciendose de que lo único que le incomodaba de mañana era el exceso de trabajo.

        Angel miró aburrido los árboles muertos borrarse por el camino. La carga fue rápida, todo estaba preparado al llegar, lo tedioso era el camino de regreso al Hotel. Sin los pequeños ayudantes de Charlie, Alastor se vio forzado a conducir la limusina con Angel como copiloto pasando la mayoría del tiempo en agonizante silencio sin ningún tema de conversación.
        —De nuevo dime ¿Por qué tengo que leer esto?—preguntó Angel sosteniendo un libro de una esquina como un animal muerto.
        —Un nuevo pasatiempo te sentará excelente querido.
        —¿Idiomas? Ni Siquiera estoy vivo , ¿Porque tengo que asistir a la maldita escuela?— se quejó pasando las hojas sin interes
        —Aumentar tus habilidades siempre es una maravillosa idea.
        Angel sonrio coqueto.
        —Oh, ya soy bastante hábil— dijo sugerente esperando molestarlo. Alastor lo miró sin perturbar su sonrisa.
        —No lo dudo.
        Desde hace tiempo la relación entre los dos había cambiado, su rutina de molestarse uno al otro terminó, dejando siempre a Angel al final con un sonrojo y la sensación de ser cortejado.
        Sin darle el placer de disfrutar su reacción volvió la vista al camino mientras Alastor comenzaba emocionado un monólogo sobre sus diferentes pasatiempos. Una mancha acercándose llamó su atención volviéndose más grande impulsandolo a sujetarse de su asiento con fuerza.
        —¡Al!

        Angel hacía pucheros cruzados de brazos bajo la mirada furiosa de Vaggie.
        —Una cosa ¿Es que no pueden hacer una puta cosa bien?—explotó al ver el enorme golpe al costado de la limusina.
        —¡No fue mi culpa!— se defendio igual de molesto.
        —¿Qué pasó?—preguntó con preocupación Charlie acariciando el hombro Vaggie para calmarla.
        —Estábamos hablando de idiomas cuando una manada de malditos ciervos nos atacó así que grité "Alastor Deer". ¿Podrías decirles que respondiste?.
        Alastor gruño bajo sabiéndose incapaz de huir de la inminente humillación.
        —"Yes Honey"—confesó avergonzado.
        Cherry que escuchó todo desde atrás estalló en risa seguido de Husk y Nifty. Angel veía a su compañero de crimen molesto sin pensar en lo fácil que respondió a un apodo tan cariñoso usado entre parejas y que sería motivo de regocijo para su mejor amiga durante semanas.

Rosa pálido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora