- Buenos días –susurra Jerome y Alexa se gira para quedar de frente a él.
- Buenos días –responde entre sonrisas y él se acerca hasta sus labios– oh no, no, no... debemos llegar temprano al trabajo –dice, interrumpiendo el camino de la mano de Jerome sobre su pierna desnuda.
- Nadie notará que llegamos unos minutos tarde –insiste el hombre, tomándola por el trasero y acercándola a él, para que sienta su erección.
El teléfono de Jerome comienza a sonar y él gira un poco a mirar la pantalla, su reacción inmediata es rechazar la llamada y colocar el móvil pantalla abajo, Alexa lo mira cuestionándolo y él sonríe.
- Ven aquí –tira de ella y la coloca sobre su regazo.
- ¿Quién era? –Alexa no puede evitar interesarse, ante la actitud extraña del francés.
- Nada importante –responde él y se dedica a besar el cuello de Alexa, haciéndola desviar por completo su atención de la llamada.
Llegan una hora tarde a la empresa, con el aspecto radiante que una buena sesión de sexo por la mañana pudo darles, entran juntos al elevador y Jerome se despide de ella un piso antes de su oficina.
- El señor Jankovic ha llamado varias veces –es el saludo de Fred y Alexa oculta perfectamente la preocupación por el juicio de Daven ante su llegada tarde.
- Avísale que estoy aquí –indica a Fred– y envíame una nota con los pendientes del día –Fred asiente y ella sigue andando hasta su oficina.
Daven no tarda demasiado en aparecer ante la puerta de Alexa y ella no puede evitar sentirse sorprendida ante la informalidad de su atuendo, aunque reconoce que le queda espectacularmente bien.
- Olvidaste el viaje –reclama en cuanto la ve.
- ¿Qué viaje? –en cuanto Daven la fulmina con la mirada, se arrepiente de la pregunta.
- El maldito viaje –insiste Daven, seguro de que ella lo recuerda.
- Carajo –recuerda, Alexa.
- Exacto...
- ¿Está todo listo?
- El jet de la empresa tiene programado el vuelo para dentro de 2 horas –Alexa se levanta de inmediato.
- Estaré en el aeropuerto en una hora –Daven niega.
- Nunca imaginé que mi puesto implicaba tener que ser tu niñera, si no es el viaje de negocios, son las reuniones importantes... creí que habías vuelto para ayudar –suelta camino a la puerta y Alexa rueda los ojos.
- ¿Niñera? –Pregunta aparentando indignación y Daven gira para mirarla con furia, pero se da de bruces con la sonrisa torcida que una imagen erótica de él provoca en Alexa.
- No me mires así y corre a empacar –responde, bajando su nivel de enfado y subiendo sus ganas de levantarle la falda de golpe.
- Te veo en el aeropuerto, nani –bromea Alexa, pasando junto a él y dejando su aroma en el aire, él niega antes de mirar a Fred y continuar su camino.
Alexa entra apresurada al elevador y presiona varias veces el botón de la recepción, como si eso apresurara la velocidad de llegada. En cuanto las puertas se abren camina veloz en dirección a la recepcionista, quien se encuentra en una acalorada discusión con una bella joven quien en un imperfecto español impregnado de acento francés intenta hacerse entender.
Alexa va de paso y está a punto de interrumpir la conversación para pedir su auto cuando la mujer suelta– soy la prometida de Jerome Domênec –el mundo de Alexa se detiene de golpe y mira a la mujer, atónita.
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¿Quién es el jefe?
RomanceAlexa Koch y Daven Jankovic, son un par de empresarios que cruzan sus caminos por azares del destino. Destino que ella maldice. porque él se ve obligado a colocarse a la cabeza del negocio al que ella le ha invertido su vida entera. ¿Será posible qu...