Luego de dos meses la ola que había arrastrado y acabado con todo había vuelto a su lugar. Lástima que muchas de las cosas no volverían a ser igual, al menos por un largo tiempo.
Carrington University, se había venido abajo, las cosas parecían ya no ir de la misma forma, al menos hasta que el dinero volvió a convertir todo en una pirámide. El señor Hosterman se dio a la tarea de levantar todo y principalmente la reputación de la institución, y así, la directora Catherine había logrado su legado una vez más.
El verano acabó, era lunes y hoy era el regreso a clases. Después de todo, la vida tenía que seguir.
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Sofía despertó un poco más tarde de lo usual y se metió en el baño, dentro de una hora con veinticuatro minutos más tendría que llegar a su primera clase iniciando el nuevo periodo escolar.
Se lavó los dientes y mientras lo hacía caminó hacia su celular para poner música y contestar un mensaje que tenía de Dianne: "te veo esta tarde", decía. Sonrió y regresó al baño para enjuagarse y abrir el grifo tratando de templar el agua hasta obtener la temperatura ideal. Desnudó su cuerpo, y finalmente entró en la bañera para comenzar a bañarse tranquilamente. La musica le ayudaba a mantenerse en paz y no pensar mucho, así que elegía piezas musicales para concentrarse solo en las melodías.
Por otro lado, a la misma hora, y exactamente en la casa de los Hosterman, Dove ya estaba despierta. Hoy había despertado más temprano y sin necesidad de una alarma, sus horarios se habían recorrido lo suficiente como para hacer un par de cosas antes de alistarse.
Con un ánimo neutral miró hacia su ventana, encontrándose con aquel amanecer frío, puesto que dentro de poco comenzaría a nevar. Se giró entonces viendo aquellos cuadros de pintura que había hecho en Barcelona, y observó en especial uno con ligeros y bien definidos trazos. Las yemas de sus dedos recorrieron delicadamente sobre la pintura seca, y era como si un recuerdo de nostalgia, viniera de nuevo a ella.
De pronto su alarma la hizo reaccionar y supo que no quedaba mucho para volver a su "habitual" y "perfecta" vida. Dentro de poco entraría a clases, lo cual le hacía sentir una opresión más fuerte en el pecho: ¿Estaba lista para eso?
Sin más, miró por última vez de aquel retrato que había pintado con sus propias manos, y en el que había ocupado gran parte de su tiempo. Y lo cubrió con una manta blanca antes de caminar hacia el baño para alistarse.
Sofía ya había salido del baño y ahora estaba desayunando algunos cereales con frutas. Por un momento dudó en ir a su primer día de clases, pero luego pensó en que no podía quedarse estancada toda la vida. No tenía idea lo que sería su día, pero sí de que haría lo posible por seguir adelante y hacer como que nada había pasado. Ya había tenido su tiempo para aceptar las cosas tal y como eran, y por más cruel que sonara, su mejor amiga (Sabrina Carpenter) ya no regresaría.
Finalmente acarició a su gato unas últimas veces, y caminó a su auto, esta vez ya no era el de antes, ahora tenía otro. Lo único bueno que le pasó fue que le habían "desbloqueado" otra parte de su herencia, y aunque ella no necesitaba de otro auto, este venía dentro del testamento, además, de que el suyo estaba en el taller. Sin más, subió a su auto y manejó hasta la escuela.
Dove se sentó a la mesa a desayunar, ahora también se daba el tiempo para hacerlo y junto a su hermano adoptivo, Jay. Quien había estado más cerca de ella en Barcelona, y ambos habían acordado en intentar llevarse mejor y hacer las pases. Claro que eso no cambiaba el que pelearan o se hicieran bromas pesadas.
Al terminar de comer, Jay insistió en llevarla a la escuela, quería asegurarse de que todo le fuera bien. El chico había sido el único que se había preocupado por ella, pues su padre solo funcionaba para cubrir la parte del dinero, o más bien, para comprar a la gente necesaria para dejar en limpio su apellido.
Dove negó una última vez y subió a su auto para ir hacia la escuela. Haciéndose a la idea de que dentro de poco se encontraría con la chica de cabellos castaños, a quien le daba más miedo que nada volver a ver.
No habían vuelto a hablar, no se habían visto, no había ocurrido absolutamente nada para que hubiera una señal de la otra. Sofía había estado a punto de llamarle un par de veces, no era bueno vivir con tanto rencor en el alma. Pero la chica era orgullosa de verdad; además, sentía que no podría perdonarla tan fácilmente. Dove por otro lado, tenía apenas un par de días que había regresado de Barcelona, había preferido respetar su decisión y alejarse, no quería lastimarla más.
La distancia entre ambas había funcionado lo suficiente, o eso parecía, pero solo para que ninguna de las dos pudiera correr hacia los brazos de la otra.
Pero si de algo no había duda, era de que ninguna había pasado un momento sin pensar en la otra, pues sería una magia difícil de extinguirse.
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Nota de autor
Antes que nada quiero agradecerles a todos los que han llegado hasta aquí. Estoy emocionada de poderles compartir esta segunda parte, espero que la disfruten tanto como yo.
Les deseo bendiciones y bienvenidos nuevamente ahora a esta segunda parte de "El último secreto"... Titulado: "El último deseo".
Y bueno, principalmente, quiero agradecer y dedicar oficialmente esta novela, a mi novia.
Quien no ha dejado de apoyarme y animarme para seguir escribiendo.
Te amo.
Muchísimas gracias.
By. Jazmin Grey.
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El último deseo (Dofía)
Novela JuvenilLuego de que Dove se fue a Barcelona por los últimos dos meses, las cosas Realmente cambiaron para ella y Sofía, todo ha dado un rumbo inesperado. Los secretos no han dejado de salir a la luz, y el misterio de la muerte de Sabrina no ha dado por co...