Capítulo 21.-

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Seúl, Corea del Sur.

-¿Qué hiciste qué?- dejé de correr en la caminadora y giré para encontrarme con mi prometida haciendo peso muerto con cincuenta libras.
-Calla, cavernícola. No me vengas con la tontería esa de "yo hombre grande, tu mujer pequeña"- me espetó-. Por si ya lo has olvidado, tenemos un trato. Lo grabado en nuestros anillos es mutuo. Te pertenezco y me perteneces. Protejo lo que es mío.
-__________, no libres mis batallas por mí. Sé cuidar de mí mismo.
-Me consta. Llevas toda tu vida haciéndolo, pero él vino a mi oficina con el rostro magullado y hablando sandeces de nuestra familia ¿Esperabas que te llamara?- colocó la barra en el piso-. No soy tan débil, WooBin. Me tienes a mí y yo puedo encargarme.
El pecho se me contrajo "nuestra familia".
-No quiero que te preocupes por estas cosas.
-Tú te has ocupado de mí.
-Eso era diferente.
-Una amenaza es una amenaza, cielo. Estamos juntos en esto. Además, ya me tenía lo suficientemente irritada. Solo era cuestión de tiempo-. Después de retirarse la botella de agua, vi como mi prometida volvió a tomar la barra para continuar con su rutina. Pero se detuvo y llevó sus ojos al cristal que teníamos delante, para poder mirarme-. Eres tú WooBin. El único hombre que está hecho para mí.
Por muy elegante y femenina que fuera __________, tenía un cuerpo definido y fuerte. Una simple mirada, un simple roce de ella me hacía sentir fresco y nuevo, como si nunca pudiera envejecer. Ella significaba tanto para mí, y se esforzaba tanto para demostrarme que ese sentimiento era recíproco, pero simplemente no podía dar su amor por sentado.
-Entonces, ¿dejaste el trabajo?
-No planeo ver a ese sujeto ni un segundo más.



-JumPyo. ¿Alguno se pudo contactar con él?
Miré a JiHoo y negué con la cabeza.
-Llamé a todos los lugares que se me ocurrieron, pero no tuve suerte.
JumPyo había estado ausente casi el resto de la semana. No se había presentado a clases, ni nos respondía el teléfono. Geum JanDi había generado un impacto en él demasiado doloroso como para poder continuar con su vida con normalidad, y aunque tratara de negarlo, sé que ___________ se sentía de la misma manera. Miré a la ventana, sentada en el marco vi a mi prometida leyendo una revista. La sonrisa suelta que había adquirido en los últimos meses, se fue. Estaba retraída. Más retraída. Me sentía demasiado impotente por no poder hacer nada por ellos.
-¿Qué relación tiene Geum JanDi con ese tipo?- YiJung se refería al modelo misterioso que recientemente había entrado a ShinHwa-. Nena, ¿lo conoces?
-No- miraba distraídamente entre las páginas y respondió lo mismo que me había respondido a mi ayer por la tarde-. Simplemente apareció a inicios de año. Seguro tiene un patrocinador. Nadie adquiere popularidad tan deprisa. Menos un modelo hombre.
-¿En serio van a terminar esta vez?- suspiré.
Un revuelo nos hizo alzar la mirada.
-¡Dios! ¿Quién eres tú para ver a los F4?-chilló una chica. 
-¡Te dije que tengo que hablar con ellos!- escuchamos los gritos al fondo.
-¡Hey!- Con tirones, GaEul pudo entrar a nuestra sala de descanso. Estaba afligida, nerviosa.
-¿Qué haces aquí?
-Ayúdenme- le respondió a YiJung. _________ se enderezó y caminó hasta a ella.



Entramos a la casa de JumPyo casi corriendo.

-¿Ya llegó JumPyo?
-¿Está en su habitación?- preguntamos al mayordomo mientras nos escabullíamos entre los pasillos.
-El joven Amo dijo...
-No se preocupe- intenté sonreírle-. Si hace un escándalo, nos encargaremos.
Deteniéndonos en su puerta, comenzamos a tocar.
-¡JumPyo!
-¡Levántate! ¿En serio vas a seguir actuando así?- pregunté aferrándome a la última esperanza de encontrarlo en su habitación y poder mantener a __________ en un lugar seguro. Pero no había ningún ruido desde el interior.

Uno en un millón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora