TÁSI

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Buenas ^^, este es un capítulo más del fic. Antes de que lo lean quiero aclarar que se establecen varios puntos de vista y ambas cosas podrían ocurrir al mismo tiempo, para esto solo utilizaré una pequeña barra (|) para indicar que los sucesos suceden al mismo tiempo, pero en diferentes lugares. Sin más que decir, disfruten el capítulo.

Algún día morirás, todos nosotros lo haremos, no importa que tan importante seas, siempre se repetirá el mismo patrón una y otra vez, terminarás siendo una pila de huesos hablaba para si solo aquel león.

Hace ya varias semanas que la muerte estuvo tan cerca de uno de los leones del equipo, Malda, de los primeros miembros que Dhakar reclutó. Solo unos cuantos centímetros faltaron para que callera fuera del lago y muriera, desde ese entonces comenzó a ver las cosas de una manera diferente.

Todos avanzaban a paso lento, llevar a una cheetah arrastrando les retrasaba demasiado, sin comida, sin agua, solo paso tras paso, empezaba a ser frustrante.

Para mala suerte de algunos, el león sin nombre no paraba de preguntar cosas, estaba bastante débil y en cualquier momento se desmayaría, eso retrasaba bastante a los demás.

Una voz tenue volvió a escucharse, la voz de ese león ya había hartado a los demás.

¿Cuándo pararemos? Con voz cansada y poco entendible, hablar con la boca llena hacía más frustrantes las cosas.

¡¿Quieres callarte, maldita sea?! inmediatamente Nuka gritó con un rugido bastante fuerte.

¡Ya basta! Interrumpió el pelinegro.

También estaba cansado, hambriento, sediento, pero algo que no podía soportar era el ruido sin sentido.

Un enorme silencio se formó en el lugar, todos se habían callado, poco faltó para que la ira del momento hiciera que Dhakar respondiera con un fuerte golpe en el rostro de Nuka. Luego de unos cuantos segundos, el pelinegro giró mientras los demás le seguían.

En un momento pararemos a descansar, así que tú en ese momento giró la mirada para mirar al sin nombre.

Deja de preguntar o dejaré que ellos te maten a golpes

Después de las palabras, siguió caminando al lado de los demás para asegurarse de que no le hicieran nada, la luz del día comenzaba a salir, el sol pegaba en la cara de todos, una pequeña, pero fría brisa hacía que se les helaran hasta los huesos, pero no se detuvieron hasta que dieran la orden.

Unos cuantos metros después, bajo la sombra de los árboles todos descansaban, a excepción de uno, el pelinegro se había ofrecido a buscar comida para los demás, unos minutos antes les mencionó responder a lo que el "sin nombre" preguntara, esto molestó bastante a los miembros del equipo, pero obviamente no le dirían todo.

Débil, hambriento y sediento bajo la poca sombra que los leones del equipo le habían dejado se encontraba el sin nombre, Fuli aún se mantenía inconsciente y sus piernas en un terrible estado, no había ningún problema con riesgo de escapar.

Y... ¿Cuánto tiempo llevan haciendo esto?

Soltó aquel león abiertamente, obviamente nadie respondió, cada quien tenía su forma de pensar, no solo porque su líder les hubiera dado una orden lo harían.

Su líder les dio una orden, deben responder mis preguntas

La voz tenue se había convertido en una voz burlesca, sonrió un poco y después miró a los demás, era importante para el equipo, no podían golpearlo o siquiera gritarle y lo sabía.

¿Y SI ALGUIEN MUERE, QUE HACES?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora